Bienaventurados los perseguidos por la justicia, ya que el reino de los cielos es de ellos
«Bienaventurados los perseguidos por la justicia, ya que el reino de los cielos es de ellos«, dice la octava Bienaventuranza, que expresa los trabajos realizados por el centro llamado Yesod, el noveno del Árbol. La Justicia es un atributo de la columna de la izquierda, que es la que elabora las leyes y reglamentos. Cristo vino a proclamar una doctrina que transcendía la Ley y que situaba al ser humano en el dominio de la gracia y del perdón de sus culpas. Ya en su discurso preliminar dijo que el Reino del Padre estaba abierto en especial a los pecadores, porque estos son personas que llevan en ellos una cantidad de luz más intensa de la que normalmente pueden digerir. Expliquemos este punto.
La luz es el amor de Hochmah, el que permite a las estructuras materiales subsistir. O, dicho de otro modo, Abel, que representa la energía, muere, se disuelve en Caín, que representa la materia, y gracias a esa disolución Caín vive. Pero, ¿qué ocurre cuando en el interior de Caín hay demasiado Abel, o sea cuando una persona lleva más luz de la que puede reflejar? Pueden suceder tres cosas:
1.- La primera: Que Abel mate a Caín, es decir, que la excesiva luz‑energía interna destruya el receptáculo material y haga la vida física imposible. Sucede en algunas personas que testimonian haber visto la luz y no son capaces de asimilarla y esta acaba por destruirles, por sumirles en la locura. Esto sucede también a personas que se encuentran con la fama o el dinero de golpe, sin poder asimilar esa luz. Las estadística dicen que el 70% de los ganadores de lotería acaban arruinados.
2.- La segunda: Que el ser adquiera una conciencia de la espiritualidad que lo habita, que comprenda el funcionamiento de los mundos de arriba y testimonie de ellos en la tierra, derramando sobre el mundo que lo rodea su excedente de luz. Si procede así, habrá agrandado sus cauces internos y el desbordamiento de su luz no se producirá; es decir, tendrá lugar de una manera adecuada y no como un río que ante la afluencia de aguas tempestuosas, se desborda.
3.- La tercera posibilidad: Que la persona no adquiera conciencia de sus poderes internos y no sepa utilizarlos adecuadamente, pero, para no ser destruida por ellos, que actúe en la sociedad de una manera desordenada, fuera de las reglas instituidas, dando lugar a la figura del delincuente y del perseguido por la justicia.
En este caso, el perseguido por la justicia será pues aquel que lleva en su interior un excedente de luz que no sabe utilizar de forma adecuada. Por lo tanto, podemos decir que en su interior habita el Reino de los Cielos, que este Reino es de él, sin que haya tomado conciencia de su situación de privilegio. Pero, estando el Reino dentro, puede tomar conciencia de un momento a otro, y es por ello que en las cárceles se producen tantas transmutaciones, ya que los presidios constituyen un arsenal de perseguidos por la justicia, los cuales tienen la posibilidad de meditar sobre sí mismos.
En este sentido, cabe añadir que uno de los trabajos de quien busca la luz ha de consistir en trabajar para que las cárceles puedan ser ese lugar de reflexión de los perseguidos por la justicia.
Por otra parte, la persona que se encuentre en el segundo caso, también acabará siendo un perseguido por la justicia, porque su acción, aunque no resulte atentatoria contra sus semejantes, si lo será de algún modo contra el reino de las sombras y el señor de la penumbra, el Herodes de turno, lo perseguirá para matarlo, como los poderes públicos persiguieron a Cristo desde que nació.
Las sombras sienten una apetencia natural por la luz, como el vampiro por la sangre de su víctima, que le permite mantenerse en vida. Esa persecución se producirá en la octava hora de su vida, cuando Yesod entre en funciones para cristalizar la dinámica interna y darle salida al exterior.
Los apóstoles también fueron perseguidos por la justicia por traer luz a un mundo lleno de tinieblas.
En el próximo capítulo hablaremos de la novena bienaventuranza.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.