Virgo
Laura se quejaba amargamente. Si somos tres hermanos, por qué soy la única que se ocupa de mis padres. Tengo que ir a comprar para ellos, llevarlos a los médicos, cortarles el pelo y todos los servicios que te puedas imaginar. Y mientras mis hermanos se rascan la barriga. ¡No es justo!
En los treinta años que llevo realizando consultas, puedo asegurarte que he oído ese discurso mil veces (tengo numerosos clientes Virgo). Y a todos ellos les he explicado que Virgo es el signo de los servicios. A continuación vas a descubrir porqué.

Virgo es un signo de Tierra, el Vav de su Elemento, por ser el tercero y el segundo He de los signos dobles (el último). Es el sexto signo del zodíaco constituido y el doce del constituyente. Representa la fase de exteriorización de lo material. En Virgo la tierra ha de ser expulsada para que pueda empezar un nuevo gran ciclo de experiencias. Es el signo terminal que cierra un gran capítulo de la existencia y eso da sentido a que se encuentren cansados, a que las cosas les pesen mucho y a que se sientan de vuelta de todo.
La persona que trabaja en Virgo ha pasado antes por el ciclo de Fuego, Aries, Leo y Sagitario, en el que aprendió a desplegar su voluntad. Por el ciclo de Agua, Cáncer, Escorpio y Piscis, en el que se ha hecho experto en el manejo de los sentimientos. Por el ciclo de Aire, Libra, Acuario y Géminis, en el que ha trabajado a fondo las ideas. Y está terminando el ciclo de Tierra, en el que entró por Capricornio, constituyendo la sociedad, gozó de lo material en Tauro y ahora le toca desprenderse de la materia para volver a empezar un nuevo ciclo a partir de Aries y con una nueva experiencia programada por su Yo divino.
A nivel anímico, Virgo representa la época de las grandes rebajas, de la liquidación existencial, el momento de desprenderse de todo lo inútil, de lo superfluo, de lo que signifique estar ligado a la materia.
Virgo es pues el viejo del zodíaco, es ese anciano de los días, que a veces aparece en las meditaciones y que representa nuestro pozo particular de sabiduría. Antes de dar por finalizado un gran ciclo de experiencias, se procede a una gran recapitulación y síntesis de todo lo vivido anteriormente, de modo que la vida de los Virgo tomará un cariz muy distinto si la contemplamos desde los 20 años que si lo hacemos desde los 50.
Poco a poco, a medida que van viviendo, van accediendo a estadios de consciencia por los que pasaron anteriormente y de un año a otro, reciben inoculaciones de experiencia procedentes de otras vidas, hasta ponerse al día, por así decirlo, una vez recuperado su potencial anterior.
Ya ha finalizado el período de los gozos, típico de Tauro, y en Virgo, dadas las conexiones de este signo con el mental, la materia es objeto de observación y análisis, a fin de descubrir en lo inmensamente pequeño el secreto del funcionamiento del macrocosmos.
Virgo es, pues, el investigador del laboratorio, el que utiliza el microscopio y el cronómetro. Si vive las cualidades del signo con toda plenitud, acabará dando la espalda a la materia y descubriendo la espiritualidad; será el doctor Fausto, que después de dedicar su vida a la ciencia, le pedirá a la jerarquía espiritual más inmediata, Lucifer, que le descubra el misterio del amor.
El Virgo convencional no descubrirá nada de todo esto, pero sentirá oscuramente que la materia mengua, que su situación material es precaria e intentará prevenir la catástrofe ahorrando, ocultando sus bienes a los familiares, para que estos no los derrochen, convirtiéndose así en el clásico tacaño, en el Tío Gilito de Disney.
Son numerosos los Virgo que padecen estreñimiento y esa situación fisiológica describe a la perfección un estado más general: el de unas posesiones materiales que deben ser abandonadas porque son ya deshecho, material de derribo, que debe liquidar porque ya no pueden aportar experiencia alguna y que la persona intenta por todos los medios conservar.
La experiencia que le toca vivir a Virgo en la presente existencia consiste en desprenderse de la materia, de los valores materiales que pueden poseer. Esto resulta muy duro, porque la estima de la sociedad depende de sus valores y sin ellos se sienten como desnudos. Por eso Virgo es el signo más incómodo a vivir y es el que mayor número de inadaptados produce.
Pero es importante recalcar que el desprendimiento no significa que tengamos que regalar lo que tenemos como si fuéramos San Francisco de Asís, significa que debemos desprendernos del apego que representan esas cosas. Es decir, si tienes un coche, no debes regalarlo, sino estar dispuesto a dejárselo a tus hijos, a tus amigos cuando te lo soliciten.
El jefe interno, el Ego Superior o personalidad espiritual de Virgo le infundirá un afán de renuncia a la riqueza, al poder, a los placeres mundanos, porque ese “abuelito zodiacal” ya no está para esos trotes. Su misión profunda consistirá en desligarse de todo y sentar en su regazo a sus numerosos nietos, para contarles sus historias, sus batallitas, para transmitirles su patrimonio vivencial y ayudarles así a alcanzar el punto en el que se encuentra, de la mejor forma posible.
Ser Virgo implica, pues, estar dispuesto a servir, a ser útil a los demás, implica ser capaz de prescindir de la fama y de la gloria precisamente cuando uno más se la merece por haberla ganado a pulso. Y esa actitud conlleva una gran humildad, de la que sin duda harán gala los nativos que sepan responder a las vibraciones superiores de este signo.
El paso siguiente a su alejamiento de la materia será lógicamente un acercamiento al espíritu. La dinámica de este signo lleva a los que operan en él a la búsqueda de los valores filosóficos y a la adquisición de la sabiduría.
El signo está regido por el Mercurio filosófico, como decían los alquimistas y ese Mercurio les dota de una inteligencia excepcional que les permite contemplar todas las cosas desde una cierta altura. Pero ellos, en lugar de asumir el papel de sabios del zodíaco y de ser faros de luz a los demás, lo que a menudo tratan por todos los medios es de conservar sus posiciones materiales y es ahí donde tienen la partida perdida de antemano, ya que en la medida que lo consigan, están actuando en contra de la corriente de su signo. Su vida se convertirá entonces en una lucha constante por defender algo que las fuerzas naturales van degradando inexorablemente.
Ello hará que estén atareados, que casi no puedan tomarse vacaciones y que vayan por el mundo jadeantes y preocupados. Cuando aprenden a dejar de querer controlarlo todo, y que lo suyo es la adquisición de sabiduría, aparece en ellos el sosiego y su inteligencia se incrementa por momentos, porque están haciendo lo que deben y reciben asistencia de las fuerzas de la naturaleza.
Virgo tendrá tendencia observar lo pequeño, lo microscópico, a desmenuzar mentalmente la materia e intentar comprender el macrocosmos a través del microcosmos. Está dotado de una gran capacidad de análisis y de síntesis, pudiendo ser el clásico científico de laboratorio.
Si pertenece a la élite espiritual de su signo comprenderá, tras el estudio pormenorizado de lo infinitamente pequeño, que el perfecto orden que ha podido observar en la naturaleza o en sus probetas, emana de un orden superior, de algo que es origen de todo lo creado y acabará acercándose a Dios, a la espiritualidad.
Para el Virgo común, la película será muy diferente y tendrá tintes tragicómicos. Al darse cuenta, inconscientemente en la mayoría de los casos, de que tiene que abandonar la materia y todas sus ventajas, se negará a ello agarrándose con desesperación a sus posiciones. Si no es consciente de sus mecanismos internos, el drama de este nativo será que cuanto más se agarre a sus posesiones, más se desmoronarán. Si no sabe proceder al derribo a nivel interno y de forma voluntaria, éste se manifestará como motivo principal de su vida, y lo que emprenda carecerá de consistencia.
Esta tendencia ineluctable al desprendimiento de lo que se posee hace que este signo esté considerado como un sector de pruebas, y bien lo es tener que abandonar lo que la sociedad tiene en tan alta estima.
Virgo acaba siendo el eterno insaciable, el que necesita aprender más, saber más, eso le genera una gran insatisfacción, porque cuando ha alcanzado una cima, ya está pensando que no es suficiente, que necesita más.
A pesar de que Virgo es el signo de la muerte del placer, de las ilusiones, del entusiasmo (o por lo menos del apego que estas generan), existe para la persona una forma de acceder a estas sensaciones. Consiste en combinar placer y desprendimiento, gozo y servicio, gozar dando, brindando generosamente sus conocimientos, sus sentimientos o su energía física en provecho de aquellos que lo necesiten. Subordinándose con humildad y modestia y ofreciendo su pesada carga experimental sin pedir nada a cambio. Si actúa de esta forma, estará cumpliendo a la perfección con su cometido humano, estará utilizando adecuadamente las energías de que dispone y por lo tanto, estas no le estarán perturbando, creando estados patológicos típicos del signo. Su tarea esencial consiste en quedar en paz con todo el mundo.
Aquí es cuando las personas de Virgo se quejan amargamente y dicen que no es justo, que no puede ser que a ellos les toque todo. Pero deben entender que a lo largo de los cuatro ciclos que han vivido, el de Fuego, el de Agua, el de Aire y el de Tierra, han dejado deudas pendientes, porque han estado pidiendo favores y dejando temas inacabados que ahora deberán liquidar antes de pasar un nuevo ciclo evolutivo. Por ello los de Virgo tropiezan a menudo con servicios hasta en el último momento. Pero es importante que comprendan que al estar al final de un ciclo, ya no hay nada que se pueda dejar para mañana. No pueden pasar a Aries con algo pendiente.
Los aspectos planetarios disonantes sobre Virgo, pueden afectar la salud en lo que se refiere al proceso digestivo y a los intestinos: digestiones lentas, difíciles, sensibilidad del aparato digestivo, úlceras, dolores de estómago. En la vida social pueden verse obstruidas las funciones del signo que, como hemos dicho, consisten en eliminar lo usado, de modo que la persona intentará por todos los medios mantener unos privilegios que se ven abocados al derrumbe.
El exceso de planetas en Virgo puede dar una tendencia exagerada a la minucia, al detalle ínfimo, a lo pequeño, a la observación de sus propios procesos vitales y de ahí la manía de sentirse enfermo, su hipocondría o tendencia a adoptar medidas higiénicas exageradas, a tener siempre a mano pastillas “por si acaso”. Tengo una amiga Virgo que me cuenta que cuando va a la farmacia, lo cual sucede muy a menudo, para ella es como entrar en el paraíso, lo compraría todo, lo probaría todo.
Un exceso de planetas también puede llevar a Virgo a realizar numerosas actividades y muy diversas. Ello le impedirá concentrarse en un solo tema y profundizar en él.
Pero si son muchos los planetas que forman buenos aspectos, la persona llevará a cabo numerosas actividades y muy diversas.
Virgo es un signo Doble y está en el extremo de su Elemento, eso hará que, como todos los signos dobles, sea extremista. Así encontraremos los nativos que limpian en exceso, que necesitan que todo tenga un orden y que no permiten que nada esté fuera de su sitio. Yo tengo otra amiga que cuando íbamos a comer a su Casa, teníamos que agarrar la taza de café, porque en cuanto nos descuidábamos se la llevaba medio llena, porque verla encima de la mesilla le alteraba su orden.
Luego tenemos los Virgo del lado opuesto, los que viven rodeados de objetos, para los que la limpieza no es un requerimiento obligatorio y que lo guardan absolutamente todo. Allí estarían los que tiene el síndrome de Diógenes.
Estar al final de un ciclo también hace que a los Virgo les pese todo. Las gestiones cotidianas pueden volverse montañas elevadas, porque van cargando su mochila hasta agobiarse. También les sucede con las personas. Aunque son muy sociables, porque con ellos se puede conversar sobre cualquier tema, les pesan las relaciones sociales, también por el hecho de que su trabajo de síntesis requiere soledad. Incluso la pareja, porque necesitan su espacio y que nadie les discuta demasiado sus manías, que son abundantes porque ya llevan mucho recorrido. Son numerosos los Virgo que optan por la fórmula, tú en tu Casa y yo en la mía. O tú en tu habitación y yo en la mía. Esas tendencias se irán radicalizando a medida que la persona se haga mayor.
Lo más importante, si quieres llevarte bien con una persona Virgo, es que le respetes su espacio y no le cambies las cosas de sitio.
Una clienta Virgo me preguntó cómo podía reducir esa sensación de insatisfacción que le invadía en todos los terrenos de su vida. Quería saber cómo podía ser feliz. La clave está en desengancharse de las cosas o, como digo yo, en apuntarse al club de “me importa un bledo”. Cuando Virgo consigue soltar el control y la necesidad de poseer, entonces su vida cambia. Su objetivo está en acercarse a Aries.
Como Virgos notables tenemos a Borges, Agata Christie, Michael Jackson, Teresa de Calcuta o David Copperfield.
En el proceso creativo, Virgo está regido por Malkuth-Binah, en el zodíaco constituido lo rige Mercurio. Pertenece al mundo cabalístico de Acción. En el Árbol de la Vida, Mercurio es el regente de Hod, el centro 8 y rige a Virgo.
Todos tenemos Virgo en alguna parte de nuestra carta natal y la Casa terrestre que ocupa el signo nos indicará el dominio en el que debemos ejercer sus cualidades.
Las dos duodécimas horas (la 23 y la 24) a partir de la salida del Sol se encuentran bajo el dominio de Virgo y es en ellas que mejor podremos imbuirnos de su mensaje.
Las profesiones más idóneas para Virgo pueden ser: Investigador, enterrador, sabio, analista, bibliotecario, secretario, informático, museo, relojería, mecánica de precisión, médico, servicios, higiene, farmacia, química, consejero, sabio, astrólogo, geriátrico, rejuvenecimiento, entierros.
Claves: Sabio, sintetizador, insaciable, investigador, inteligente, analista, buscador, ordenado, hipocondríaco, maniático, limpio, insatisfecho, perfeccionista, tacaño, servicial, preciso, práctico, cansado, organizado, minucioso, funcional, humilde, metódico, observador, reflexivo, racional, higiénico, meticuloso, crítico, controlador.
Para encontrar las claves negativas, solo tienes que buscar la contraria a la positiva.
Clave principal: Ver las cosas en su conjunto. Llegar al final de una etapa. Desprenderse de todo lo acumulado.
Apunte final: Siendo Virgo el signo final, el de la exteriorización de la materia, es normal que lo auscultes todo y que quieras mantener el control, de la situación. Para ti todo está atrás y eso es lo que te da seguridad. Pero la vida nos obliga a ir hacia delante y soltar lastre cuesta mucho.
Nota final: Hemos llegado al final del recorrido de los doce signos del zodíaco y has descubierto que se trata de un trayecto en el que nos embarcamos para ir de Aries a Virgo, pasando por Leo, Sagitario, Cáncer, Escorpio, Piscis, Libra, Acuario, Géminis, Capricornio, y Tauro.
Seguir el trayecto en el orden del zodíaco constituyente, en el que nos marcan los Elementos, le da sentido a las características y cualidades de cada uno de los signos. También nos lleva a comprender que cada ser humano va transitando por todas las etapas, lo cual hace que nuestro recorrido sea mucho más justo.
Cada uno de los signos tiene cualidades especiales que debemos comprender, sobre todo cuando se trata de nuestro signo solar o del Ascendente. Pero no pierdas de vista el hecho de que todos tenemos en nuestro interior un zodíaco completo.
Se tratará pues de ver en qué sector cae cada uno de los signos. Por ejemplo, si tienes el Sol o el Ascendente en Acuario, tu Casa dos, la del dinero, estará en Piscis, lo cual significará, entre otras cosas, que podrás ganar dinero a través de la exteriorización de las emociones, es decir, vendiendo.
En el próximo módulo, desarrollaremos, precisamente, las cualidades de las doce Casas Terrestres.
Al final, descubrirás que la astrología se basa en la combinación de cuatro elementos: Signos, Casas, Planetas y Aspectos.
Interacciones con los lectores
Comentarios
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Cuando te refieres a que atravesamos cada uno de los signos en el orden del zodiaco constituyente para ir viviendo un ciclo con una experiencia programada, es desde el Signo sol este orden o el ascendente?
Desde el signo solar.