Tauro
Invité a comer a mi amiga Mª del Mar, era su cumpleaños, sabía que le haría ilusión. Fuimos a un restaurante cerca del despacho que se especializa en carne del mar. Ella pidió una mariscada. Afirmo, sin miedo a equivocarme, que nunca he visto a alguien disfrutar tanto succionando la cabeza de una gamba. Mi amiga cerraba los ojos y activaba todos sus sentidos, convirtiendo esa comida en un deleite absoluto. Mª del mar es del signo de Tauro.
Tauro es el signo fijo de Tierra, el segundo, el He de su Elemento y el segundo He de los signos fijos, por ser el último. Representa la fase de interiorización del elemento material. Si Capricornio es el constructor, Tauro es el que goza de lo construido en la etapa anterior. La experiencia de lo material no sería completa si el ser humano no gozara de aquello que ha edificado, y Tauro representa esa etapa de los goces.
Es preciso recordar que los signos fijos son interiorizadores y como tales, necesitan un tiempo para asimilar las cosas. Así que si conoces a un Tauro (o si lo eres), no le empujes a querer que te dé respuestas inmediatas, ni le invites al cine esta noche, porque con toda seguridad te contestará que no.
El saludo de los miembros de la fraternidad Rosacruz es: que las rosas florezcan sobre tu cruz. Queriendo indicar con ello que se desea al adepto que llegue pronto a la culminación de la obra. Es lo que sucede en Tauro.
Aunque en el orden del zodíaco constituido, figura en segundo lugar, en el proceso creativo, en el zodíaco constituyente, el que sigue el orden de los Elementos, es el penúltimo. Antes de llegar a las dulces colinas de Tauro, el peregrino ha tenido que transitar por los signos de Fuego: Aries, Leo y Sagitario. Por los de Agua: Cáncer, Escorpio y Piscis. Por los de Aire: Libra, Acuario y Géminis y finalmente por Capricornio, signo cardinal de tierra que lo introduce en los misterios del mundo material. Después de todo ese recorrido, podemos concederle un merecido descanso. Por eso los Tauro se mueven con esa parsimonia.
Tauro ha vivido cuatro ciclos de experiencias y conoce casi a la perfección el programa que su yo divino concibiera cuando lo lanzara, encarnaciones atrás, a vivir experiencias bajo el signo de Aries.
Ha sufrido mucho aprendiendo, primero el aspecto moral del programa, después el aspecto emotivo, luego el intelectual, para finalmente construir en firme, bajo el signo de Capricornio.
Ahora, por fin, ha llegado el momento de disfrutar de un bien merecido descanso. Tendrá la oportunidad de gozar de placeres estéticos, sexuales, intelectuales y materiales.
A Tauro todo le es dado con facilidad, pero quizá estos goces tarden en llegarle, porque el ciclo de Tierra, como ya hemos señalado, constituye la etapa final de una vida.
Tauro dispondrá de suntuosas moradas, de soberbios jardines y la abundancia estallará en todos los frentes de su vida (salvo bloqueos o malos aspectos). Es el banquero, el tesorero, el rentista, el opulento que contempla desde su frondoso jardín o desde su yate el gran espectáculo del mundo.
La persona de Tauro dispone de abundantes medios y puede ejercer la prerrogativa divina de crear un mundo a su imagen y semejanza. Si está desarrollada espiritualmente, será quien promueve el arte, la ciencia, la moral, las virtudes cardinales de nuestro universo; será el mecenas que financiará todo lo que es noble. El Tauro más convencional será el gran organizador de cócteles mundanos y consumidor de manjares.
Son numerosos los Tauro que vienen al mundo en familias acomodadas, otros consiguen hacer fortuna rápidamente gracias a su habilidad, porque después de haber vivido tanto, se las saben todas, otros porque están excelentemente relacionados, puesto que todos los que empezaron con él a partir de cero, ahora están en puestos de mando.
En Tauro se viene a gozar, lo cual no significa que no puedan ser, como he apuntado anteriormente, los financieros de la sociedad. En este signo se reclutan los mecenas, los que dan dinero desinteresadamente para financiar el arte, la ciencia, la religión o lo que se les antoje.
El zodíaco es un camino de evolución en el que todo sucede con estricta justicia. Los signos llamados fijos son los que acumulan los valores de cada Elemento. En Leo se acumulan los valores morales. En Escorpio se acumulan los sentimientos. En Acuario, las ideas y en Tauro los bienes materiales.
Venus, el planeta regente, confiere al signo su refinamiento, su amor por el arte, por el disfrute más que por la creación, su sensibilidad y su gusto por el detalle, por lo superfluo, por lo fragmentario. También le dará belleza, elegancia y dotes para el arte. Al estar conectado con los sentidos y con los deseos, Venus transmite a Tauro el afán de gozarlo y poseerlo todo. La influencia venusiana exalta la realidad para hacerla más apetecible. Me refiero aquí a Venus Afrodita, a la parte inferior del planeta, ya que la parte superior, impulsada por Venus Urania, daría a un mecenas.
La imagen bovina del signo nos sugiere una lentitud, una pesadez y un empecinamiento de los que a menudo hace gala. Aunque también denota paciencia, búsqueda de seguridad y de bienestar. Huye instintivamente de las improvisaciones, le gusta rumiar y masticar las decisiones antes de tomarlas, aunque, eso sí, cuando haya tomado una determinación, serán necesarias dosis inusuales de persuasión para lograr que la revoque.
Los toreros saben que deben armarse de paciencia cuando salen al ruedo y esperar que el toro venga a su terreno, ya que cuando son ellos los que van al terreno de animal, la corrida suele acabar en tragedia, como en el caso del famoso Manolete.
Tauro, siendo tranquilo, puede aguantar situaciones que otra persona no soportaría, e incluso dar la sensación de que no tiene recursos para reaccionar. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando Tauro decide actuar, nada ni nadie podrá frenarlo y entonces, como en el caso del famoso Ferdinando de Disney arrasará con todo lo que encuentre a su paso.
La gran capacidad de concentración, de análisis y perseverancia que suele caracterizar a los Tauro, ha dado personajes de la talla de Sigmund Freud con cuatro planetas en Tauro, Marx o Eva Perón, pasando por el mismo Hitler.
En una empresa, ejercerá una tarea eficaz en administración, en contabilidad o en consolidación de todo lo que esté establecido.
Tauro suele ser un signo alejado de la realidades espirituales, ya que la ve como una amenaza para sus posesiones, puesto que la mayoría de las doctrinas espirituales abogan por el desprendimiento de los valores materiales. Pero no todos los Tauros viven de espaldas a la espiritualidad, muchos llegan a comprender que su tiempo de goces es pasajero y preparan su porvenir dando su dinero a manos llenas.
Con buenos aspectos, tendremos a la persona generosa, abnegada incluso, cuya prosperidad irá en aumento.
Los aspectos planetarios disonantes sobre Tauro pueden dar una mala asimilación de los recursos materiales, empezando por los recursos alimenticios, perturbando la salud. En Capricornio, los aspectos conflictivos dan una mala selección de los alimentos, o sea, tendencia a elegir mal en calidad: productos caducados, etc. En Tauro sería en la fase de asimilación donde se produciría la dificultad: alimentos que el organismo rechaza, carencia de apetito y por consiguiente, debilidad crónica y desgana de vivir.
A nivel social, puede provocar incapacidad de apreciar la felicidad material de que se goza, insensibilidad hacia los placeres, que pueden ser origen de impotencia o frigidez. También pueden generar actitudes que van desde la avaricia hasta el despilfarro, y una mala asimilación de los recursos materiales, incluso una falta de recursos.
El papel de Tauro es fundamental en la sociedad, ya que al disponer normalmente de los medios necesarios para mover las cosas, la configuración del mundo depende en gran parte de él. Estos medios no tienen porqué traducirse forzosamente en papel moneda, sino que puede tratarse de estructuras, marcos, tribunas, escenarios desde los cuales poder moverse.
Un excesivo número de planetas en Tauro, puede generar un gran apego a lo material sin que le sea posible apreciar otros valores. Es el que goza y se divierte y no hace nada más. Es el consumista declarado.
En el proceso creativo, Tauro está regido por Malkuth-Hochmah. En el zodíaco constituido, Venus es su regente. Pertenece al Mundo Cabalístico de Acción. En el Árbol de la Vida, Venus es el regente de Netzah, el centro 7 y rige a Tauro.
Todos tenemos Tauro en alguna parte de nuestra carta natal y la Casa terrestre que ocupa el signo nos indicará el dominio en el que debemos ejercer sus cualidades.
Las dos undécimas horas (la 21 y la 22) a partir de la salida del Sol se encuentran bajo el dominio de Tauro y es en ellas que mejor podremos imbuirnos de su mensaje.
Las profesiones más idóneas para Tauro pueden ser: banquero, rentista, contable, especulador, gigoló, esteticiène, administrativo, cartera de ahorro e inversión, hacienda, vendedor de segundas residencias, Casas de lujo, artículos relacionados con el placer, el lujo, casinos, cruceros, moda, arte, belleza, decoración, jardinería, artesanía, joyería, perfumería, naturalista.
Claves: Disfrutar, descansar, gozar, exclusivo, paciente, relajado, rumiador, detallista, sensible, mecenas, refinado, lento, rumiante, empecinado, concentrado, perseverante, belleza, elegancia, fuerte, firme, práctico, inflexible, posesivo, fiel, leal, responsable, respetuoso.
Para encontrar las claves negativas, solo tienes que buscar la contraria a la positiva.
Clave principal: Aprender a disfrutar de la vida. Vivir el éxtasis del relax y la calma. Expansionar tus sentidos.
Apunte final: Siendo Tauro el signo del descanso, tómate las cosas con calma y no te preocupes cuando alguien te diga que eres de paso lento, lo tuyo es ir en tanque, no en Ferrari.
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