No premeditar
“Cuando os lleven ante reyes y gobernadores, poneos en cabeza que no debéis premeditar vuestra defensa, ya que yo os daré unas palabras y una sabiduría que vuestros adversarios no podrán resistir o contradecir”. (Lucas XXI, 14-15).
”Cuando os llevarán para entregaros, no os inquietéis por adelantado de lo que vais a decir; decid lo que os será dado en el momento preciso, ya que no seréis vosotros quienes hablaréis sino el Espíritu Santo”. (Marcos dice XIII, 11).
Este es un punto muy importante a tener en cuenta si en el discurrir de nuestra vida espiritual nos vemos enfrentados un día con el poder civil. No premeditemos la respuesta, es decir, no pongamos nuestra razón a trabajar en la elaboración de un argumento exculpatorio. Dejemos el terreno intelectual libre para el Espíritu Santo y él acudirá con la respuesta que nuestros adversarios no podrán contradecir.
Nos revela aquí Jesús que en los mundos de arriba hay un servicio de asistencia para los que, en el combate espiritual, se ven acusados por la autoridad profana. No conviene pues ir en busca de abogados para la defensa ni prepararla minuciosamente, porque la improvisación será superior a todo lo que podamos preparar.
El pensamiento divino se transmite a través de los ángeles y arcángeles que Hod tiene a su servicio y procede de nuestra personalidad divina, que es el Ego Superior. Cuando el pensamiento humano renuncia a actuar con criterios profanos, el espacio mental es ocupado por el pensamiento de esa personalidad divina, que es entonces la ejecutora de nuestra política.
El centro llamado Hod, cuya esfera visible es Mercurio, se encuentra situado en la columna de la Izquierda, pero es el representante de Hochmah en el Mundo de Formación, por ser el segundo Séfira en ese Mundo regido por Binah. Esto significa que el intelecto humano, que Hod-Mercurio rige, es un órgano preparado para recibir las inspiraciones de Hochmah y para dar a esas inspiraciones una forma, o sea convertirlas en un pensamiento concreto, susceptible de ser expresado en palabras. Pero no todos los intelectos humanos están en condiciones de realizar esa doble función, o sea de estructurar un pensamiento e iluminarlo a la vez con los fulgores de la columna de la Derecha.
Como hemos visto a lo largo de estas enseñanzas, el mundo de la Derecha, que Cristo vino a descubrir, es la perfecta antítesis del representado por la Izquierda. Ello significa que la inspiración que viene de la Derecha tiende a destruir el razonamiento elaborado con la lógica de la Izquierda. Para que ese razonamiento pueda subsistir, la conciencia debe poseer la palabra clave que permite conciliar dos corrientes contrarias o, dicho de otro modo, conciliar, en el ámbito mental, el Agua con el Fuego.
Cuando el intelecto posee esa doble cualidad, se convierte en creador, puesto que Agua y Fuego, armoniosamente unidos, son los elementos que fecundan todas las cosas y esa creación se manifiesta en los momentos de apuro, cuando depende de nuestra respuesta el que vivamos o no, tanto en un sentido material, o sea que nuestra vida esté en juego, o en sentido figurado, es decir, que la respuesta mental a la incógnita que nos plantea la vida, abra ante nosotros nuevos campos de experiencias o los cierre y nos veamos condenados a un mundo rutinario en el que somos como muertos en vida.
Cuando nuestra razón humana deje paso a las respuestas de nuestra naturaleza divina, esto constituirá para nosotros la señal de que nos encontramos al principio del final de este mundo, y nos anunciará por consiguiente, la proximidad del Reino.
En el próximo capítulo hablaré de: la caridad disminuye
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.