Los que están a su izquierda
“Luego dirá a los que están a su izquierda: retiraos de mí, malditos; iros al fuego eterno que ha sido preparado por el diablo y sus ángeles, ya que tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber; era extranjero y no me habéis recogido; estaba desnudo y no me habéis vestido; estaba enfermo y en la cárcel y no me habéis visitado. Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna”. (Mateo XXV, 41-46).
En este punto queda clara una cuestión: en el quinto Día de la Creación, que es cuando el Reino de Cristo aparecerá «sobre una nube«, seguirá existiendo la actual estructura con una columna a la derecha y otra a la izquierda.
En el presente día, las aguas purificadoras de Hochmah fluyen por la columna de la derecha, mientras que por la columna de la izquierda se derrama el eterno fuego del Padre, administrado por Binah y sus lugartenientes Gueburah y Hod.
Ese fuego, que en su estado primordial es la voluntad creadora de todas las cosas, cuando se manifiesta en las regiones inferiores del Mundo del Deseo, es el fuego preparado por las fuerzas de involución (luciferes), o sea el fuego purificador destinado a los malditos. Destinado, esa es la palabra más apropiada, puesto que, como hemos visto a lo largo de esta enseñanza, es el mismo maldito quien se prepara el fuego en el que ha de quemar. Es decir, ese fuego es constituido por las energías creadoras desperdiciadas, o sea, es el Fuego-voluntad empleado al revés o no empleado de forma alguna. Por ello la voluntad es un arma de doble filo, con la que no se puede jugar, y es igualmente peligroso emplearla al revés, que no consumir la ración obligatoria de voluntad de la que dispone todo ser humano por el solo hecho de serlo.
Estas palabras de Jesús nos dan la pista sobre el género de vida que llevarán los malditos, o sea los rezagados, en el quinto Día. La vida eterna para los justos y el castigo eterno para los malditos, es decir, como ya apuntábamos anteriormente, unos trabajarán en la vida y otros en esa columna del rigor, que es la de la forma, donde trabajan actualmente los luciferianos, los cuales, como sabemos, dan forma a las anécdotas, a las circunstancias que constituyen el tejido de nuestra vida y de las que extraemos la experiencia, mientras que de la derecha recibimos la inspiración que nos permite sortear las dificultades que llevan consigo esas circunstancias.
Los elegidos vivirán en el mundo que están preparando para ellos los ángeles y los demás en el mundo que preparan las fuerzas de involución. La situación de la oleada de vida humana será parecida a la situación actual de la oleada de vida angélica. Parecida, pero no igual; ya que todo mejora en el universo en el transcurrir de los días, y mientras los elegidos se encontrarán a un nivel más avanzado que el de los ángeles actuales, también los malditos estarán en mejores condiciones de vida que los actuales luciferianos.
Así pues, los que nada hacen por alimentar, vestir, aproximar y situar en buenas condiciones al impulso crístico, se encargarán, en el próximo Día, de tratar los desperdicios, o sea el Fuego-voluntad desperdiciado por la oleada de vida que habrá alcanzado el estadio humano que es la que ahora se manifiesta en el estadio animal. Y mientras los elegidos inspirarán la conciencia de los nuevos humanos, tratando de impregnarla con las verdades eternas, los malditos los llevarán a la comprensión de las leyes y reglas mediante la experiencia.
En el próximo capítulo hablaré de: la traición
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