16. HEKAMIAH, Dios que erige el Universo
Domicilio: De 15º a 20º de Géminis (regencia física)
Otros escenarios de actuación (regencia emocional):
De 15 a 16 grados de Aries
De 27 a 28 grados de Géminis
De 9 a 10 grados de Virgo
De 21 a 22 grados de Escorpio
De 3 a 4 grados de Acuario
En el Horóscopo individual actuará, además:
1º. De 15 a 16 grados a partir de la posición del Sol
2º. De 87 a 88 grados a partir de la posición del Sol
3º. De 159 a 160 grados a partir de la posición del Sol
4º. De 231 a 232 grados a partir de la posición del Sol
5º. De 303 a 304 grados a partir de la posición del Sol
En el ciclo diario: de las 5h a las 5,20h después de la salida del Sol (regencia diaria).
Lo que puede obtenerse de HEKAMIAH:
- Se invoca a este Genio para pedir protección para los Reyes y altos dignatarios.
- Para solicitar el favor de los Reyes, príncipes y grandes señores.
- Para conseguir la lealtad de una persona y ser leales a las promesas dadas.
- Se le invoca para obtener la victoria contra los enemigos.
- Para salvaguardarnos de las acechanzas de los rebeldes, sediciosos y traidores.
Plegaria
HEKAMIAH: Dios que erige el Universo. Eterno, Dios de mi salvación: día y noche clamo ante Ti.
HEKAMIAH: si me has designado a mí
para construir un nuevo universo,
para ser quien señala a los hombres su más allá,
debes prestarme tu aliento, Señor HEKAMIAH.
Interésate por mí,
sigue mis pasos;
porque si yerro, Señor,
si mi luz interior no me permite comprender tu designio,
La gente te criticará a Ti no a mí,
diciendo: «¿Por qué Dios ha dado poderes a ese… ?»
Mantén mi conexión a tu alta frecuencia;
no me desenchufes, aunque me oscurezca,
cuando humanas pasiones agiten mi corazón.
Si al despertar de mis errores encuentro tu mano,
si sé que estás obrando a través de mí,
yo, Señor, haré que tus piedras negras
beban a chorro tu luz
y te devolveré el mundo que me has dado
más sensible a tus divinos propósitos.
Exhorto:
Te ha tocado a ti llevar sobre tus espaldas
el peso del mundo;
te ha tocado a ti la tarea de ennoblecerlo,
de descubrir, para los que te siguen,
las mágicas virtudes que la Creación encierra.
Pero tú bajas la cabeza, peregrino,
para descubrir a los humanos
las propiedades del sexo,
el poder del instinto,
utilizando tu inteligencia para pintar con bellos colores
aquello que despide repulsivos tufos.
¡Cómo me has traicionado, peregrino!
Solo has captado de mí mis perversas virtudes
y utilizas tus títulos, tus diplomas, tus medallas
para fomentar la rebelión contra tu misma esencia.
Quizá tu transmutación no esté lejana;
quizá puedas oírme;
quizá puedas aún descubrir el poder transformador que posees.
Con toda la fuerza de mi soplo, te grito:
¡Despierta!
La obra del Eterno está huérfana de jefes.
Necesito dignatarios, necesito príncipes, necesito reyes.
Necesito la sangre azul del idealismo
para que la basura deje de ser el termómetro
por el que se mide el grado de desarrollo de los pueblos.
Rostro angélico de Hekamiah
El octavo Rostro de Urano se llama Hekamiah y rige el sub-sendero Hochmah-Yesod en su trayecto de Ida. Aquí Urano imprime su sello en el mundo etérico para que la imagen así acuñada salte a la esfera física.
Hochmah es el primer elemento concreto del universo, siendo su manifestación material Urano. A ese título, es el encargado de instituir las realidades abstractas del mundo de arriba y la primera de ellas es la corona de Kether, que Él descubre y revela por la vía del amor.
Esa corona de Kether aparecerá de algún modo en las criaturas que Hekamiah rubrica con su impronta, no de una manera simbólica, sino de una forma muy real y así tendremos la relación con las cabezas coronadas que ya fueron señaladas al estudiar la personalidad de este Genio.
Cuando el amor se instituye en las más bajas esferas, esa pasión de la divinidad, por la naturaleza humana, se manifestará en la persona bajo la forma de poder. La actuación de Hekamiah dará realeza y si solo unos pocos pueden ser auténticos reyes de países, muchos lo son en el medioambiente en que viven y tienen la solvencia de un rey de cara a su entorno.
Los que Urano influencia a través de su octavo rayo serán, pues, personas prestigiadas, ilustres, poderosas y nadie conseguirá arrebatarles la corona que Hochmah ha puesto sobre ellas. Llevan la marca del amor divino y si no se apartan del camino que traza la ley, su poder no les será retirado. Si no son dignos de ese amor, la parte negativa se manifestará.
En un sentido negativo, Hekamiah del abismo anuncia traiciones y rebeliones. Se producirá una lucha de lo inferior contra lo superior. Se defenderán postulados equivocados.
El Rostro de Hekamiah aparece en una carta astral cuando Urano se encuentra en los grados de la Luna, o sea, de 8 a 9, de 18 a 19 y de 28 a 29 de cualquier signo. Los planetas situados en el Domicilio Zodiacal de Hekamiah o en sus escenarios de regencia por rotación, lo estarán potenciando.
Programa profundo de Hekamiah
HEKAMIAH es el octavo y último de los Querubines y se ocupa en Hochmah de los asuntos relacionados con Yesod. Sitúa en nuestra morada 16 la esencia llamada Lealtad, que nos permite ser fieles a los principios. Si lo que deseamos es encontrar una persona que nos sea absolutamente leal, buscaremos los grados de regencia de HEKAMIAH a partir de nuestro Sol de nacimiento o del Ascendente.
Cuando se activen los grados de HEKAMIAH, meditemos sobre el tema de la lealtad, buscando ejemplos en la historia de personajes que han preferido morir antes que traicionar. La lealtad es una esencia que nos impulsa hacia arriba, nunca hacia abajo. No podemos ser leales a un bandido, a un criminal o a un traidor. Solo inspira lealtad la persona que encierra en sí ciertas virtudes.
Se invoca a este genio contra los traidores y para obtener la victoria sobre el enemigo y liberarnos de los opresores. Se trata, claro está, de los traidores internos ya que son ellos los que, al ser proyectados al exterior, hacen que en nuestra vida aparezcan quienes nos traicionen. Estos aparecen siempre cuando abrigamos propósitos elevados. Cuando una de nuestras tendencias se levanta para realizar algo sublime, las que no pueden seguirla en ese vuelo se convierten automáticamente en traidoras, porque tratan de retenernos en la línea de flotación en la que antes nos encontrábamos, nos mantienen sujetos a los pequeños placeres que antes experimentábamos y entonces se establece en nosotros una lucha entre dos personalidades, la que opta por seguir la línea de conducta normal, incluso aceptando que una parte de nosotros eche a volar pero sin incordiar a la otra parte, y la que pretende que todo cambie en nosotros, instituyendo nuevos parámetros (es un poco la historia de Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach).
Esta contradicción entre lo que vuela y lo que se mantiene sujeto a la tierra hace que en nuestra vida aparezcan personas que se interponen en la realización de lo superior; personas que suscitan en nosotros reacciones inferiores. En los días y horas de HEKAMIAH podemos obtener la victoria sobre estos traidores internos y los de fuera también desaparecerán.
Nos hemos encontrado en más de una ocasión con casos de ejecutivos que se quejaban de que sus socios habían llegado a traicionarles con la competencia o a robarles. Ellos se contentaban con achacarlo todo a la falta de honradez, a la falta de ética, pero en ningún momento se plantearon buscar en ellos mismos, o sea, identificar a sus traidores internos, de los que sus socios infieles no eran más que el mero reflejo cristalizado. Como es de suponer, estos ejecutivos nunca les dedicaban un instante de atención a sus Egos Superiores, sin embargo en su entorno familiar o amistoso siempre había alguien que les hablaba de vez en cuando de trascendencia. Esto hizo nacer en ellos el deseo de la búsqueda interior pero como no tenían tiempo se estableció en ellos una lucha interior entre lo superior y lo inferior, en la que unas tendencias pretendían suplantar a las otras, y al no poder ser identificado a nivel interno, este mecanismo se exteriorizó, en forma de traiciones. La solución no pasaba por la denuncia sino por la introspección.
Este genio domina sobre las cabezas coronadas y los grandes capitanes, otorga la victoria y previene las sediciones. Cuando los traidores y los opresores han desaparecido, nos convertimos en grandes personajes o en cabezas coronadas, que llevan ese oro simbólico, señal de que la luz acumulada en esa cabeza constituye un conglomerado firme que ya nada podrá alterar. Cuando la «corona de oro» aparece en nuestra cabeza, constituimos un polo de atracción para las tendencias errantes en nuestra naturaleza interna, las cuales buscan precisamente un soberano al que servir para realizar grandes gestas. La tendencia que un día puso en órbita la Voluntad Divina que hay en nosotros está llamada, por su naturaleza, a realizar algo grande porque así es todo lo que concibe la divinidad.
Pero cuando esa tendencia abandona el mundo del Fuego (o sea de las intenciones) que le ha dado vida y se encuentra en el encrespado mar de los deseos sin norte, sin objetivo, entonces busca desesperadamente algo en que asirse, algo que le haga recuperar su identidad. Y cuando ve aparecer una cabeza coronada, reconoce en ella a su antigua patria de la luz y se pone a su servicio, porque sabe que la conducirá a la plena realización de sus objetivos.
Nuestra divinidad interna lanza constantemente impulsos que forman nuestro pueblo interno de tendencias. Primero, circulan a su aire; después se reagrupan formando un grupo de presión que busca un rey al que obedecer. Para ser rey es preciso haber pasado por la prueba de la victoria sobre traidores internos. Entonces aparece en nuestra cabeza la corona de oro, la luz ha sobrepasado la barrera de las tinieblas y se ha encarnado en nosotros, del mismo modo que el Arco Iris que aparece sobre la nube más negra indica que la luz ha vencido las tinieblas.
HEKAMIAH influencia sobre el hierro, los arsenales, queriendo expresar con ello el programa que este genio tiene un dominio sobre todo lo que es inferior. El hierro se subordina al oro, y así los demás metales, según la jerarquía planetaria que presida en ellos. Esto significa que los metales superiores poseen las cualidades de los inferiores y las sobrepasan. El oro tiene pues la fortaleza del hierro, la capacidad conductora del plomo y el poder de alianza del estaño.
HEKAMIAH influencia todo lo que guarda relación con el genio de la guerra. La guerra es el resultado de dos fuerzas que actúan desde posiciones enfrentadas. La primera guerra que estalló en el universo fue la del Agua contra el Fuego y todas las demás guerras derivan de ese enfrentamiento. Vino luego la guerra del Aire contra el Agua, y después la de la Tierra contra el Aire. El objetivo de la guerra es el de conciliar, el de integrar armoniosamente los elementos, unos en otros, de modo que esa influencia sobre la guerra de HEKAMIAH significa que conduce la guerra a su objetivo, o sea a la conciliación de posiciones enfrentadas. Las pacifica, las coordina, les hace ver la forma de integrarse a un movimiento creador.
El ser nacido bajo esta influencia tiene un carácter franco, leal, noble, susceptible en el punto de honor, fiel a sus promesas. Cuando todas las fuerzas internas colaboran entre sí para la mayor gloria del Gran Ser que llevamos dentro, la franqueza, la lealtad y la nobleza serán las virtudes cardinales con que se adorne nuestra personalidad.
La contrafigura de HEKAMIAH:
El genio contrario domina sobre los traidores y provoca sediciones y rebeliones. Los cabecillas promovidos por HEKAMIAH del abismo son los que defienden una posición inferior contra lo superior. En la lucha entre el Agua y el Fuego, serán los que defenderán los postulados del Agua, en la lucha entre Agua y Aire, defenderán el Aire, y en la lucha entre Aire y Tierra, se pondrán del lado de la Tierra. La persona se inclinará por lo más bajo que hay en ella, dará cancha a sus tendencias más inferiores.
Ejemplos:
– Rey J. Carlos I y Adolfo Suarez: Júpiter
– Gral. Gutiérrez Mellado, Umberto Eco y J.M. Ruiz Mateos: Urano
– Emperador Hiro Hito: Neptuno
– Hiro Hito, Gutierrez Mellado y Teresa de Calcuta: Plutón
– S. Freud y Oscar Wilde: Saturno
Estudio del nombre de Hekamiah
Nombre en letras: He-Qof-Mem-Yod-He
Nombre en cifras: 5-19-13-10-5
Nombre en Arcanos Mayores: Papa-Sol-Muerte-Rueda Fortuna-Papa
HEKAMIAH pertenece al Coro de Querubines, es un Ángel a las órdenes de Hochmah y a título individual trabaja con las fuerzas de Yesod.
HEKAMIAH es el Maestro del Sub-Sendero que une Hochmah a Yesod en su trayecto de Ida y los que trabajan en él deben invocar su nombre.
Texto Tradicional: Este Genio domina sobre las cabezas coronadas y los grandes capitanes; da la victoria y previene las sediciones; influencia el hierro, los arsenales y todo lo que se relaciona con el genio de la guerra. La persona nacida bajo esta influencia es franca y leal de carácter, valiente, susceptible en lo referente al honor, fiel a su juramento, apasionada por Venus. Se le invoca contra los traidores, para obtener la victoria sobre el enemigo y para liberarse de los que quieren oprimirnos.
El genio contrario domina sobre los traidores, provocando traiciones, rebeliones, sediciones.
Análisis de su nombre:
Tenemos de nuevo un He como punto de arranque, insuflando su gran vitalidad al Qof, que es un Aleph en estado Vav; es decir, creador de un nuevo mundo a la manera del Vav de arriba, Binah.
Si en el Genio anterior el He-Reish alumbraba al buscador de pureza, movilizando el lado maternal de Hochmah-Sabiduría, HEKAMIAH moviliza la inteligencia activa de Binah para edificar con ella un universo material.
Los poderes creadores de Qof generan el Mem, o sea, la materia prima con la que formar realmente un mundo. Todo llevará, pues, a la persona influenciada por HEKAMIAH a obtener poderes, responsabilidades, cualquiera que sea el nivel en que se encuentre. Y esos poderes serán ejercidos con nobleza, ya que la fuerza emotiva del He queda purificada al pasar por el tamiz del Qof, fuerza a través de la cual el Ego-Kether se proyecta en el Mundo de Formación.
Sin embargo, HEKAMIAH es el último de los Querubines y expresa el sublime amor de Hochmah a través de Yesod. Si las tendencias emotivas no han sido sublimadas, es decir, si los senderos de Venus descienden hacia el mundo material (en el Árbol de la Vida personal), las imágenes de Yesod irán cargadas de amor individualizado, hacia las personas y no de Amor hacia lo universal. De ahí que el texto tradicional indique “apasionado por Venus”.
Con malos aspectos, la no utilización de los poderes creadores puede hacer que estos se proyecten en los demás, haciendo que sea otro quien materialice la idea que la persona quería realizar y formando así la figura del traidor. Es una figura que se da en las relaciones maestro alumno, cuando este último exterioriza lo que el maestro guardaba con tanto celo.
Los planetas situados en los escenarios de actuación de Hekamiah influenciarán de la manera siguiente:
Urano: Poder providencial, bien sea por nacimiento (en el caso de reyes), o por circunstancias en las que nada tiene que ver la voluntad de la persona o la voluntad del pueblo. Es decir, no obtendrá el poder por libre elección, sino que le será dado.
Negativo: El poder le vendrá por sedición o rebelión, de una forma igualmente providencial.
Saturno: Ascensión lenta hacia el poder, pasando por todos los escalones intermedios. Poder legislativo, ministro de la Justicia, Presidente del Tribunal Supremo, Profesor en leyes, etc. Su poder dependerá de un nivel más elevado.
Negativo: Obtiene los ascensos gracias a la victoria de traidores, de rebeldes. Será respetado y estimado por los sediciosos y postergado por el poder emanado de fuentes naturales.
Júpiter: Poder por designio de los de arriba: jefe de gobierno designado por el rey, por el presidente. Persona de victorias en las luchas políticas: poder dialéctico. El gesto (Júpiter) y la palabra (Mercurio) se unen armoniosamente para crear la convicción. Favor de los de arriba, adhesión de los de abajo.
Negativo: Las traiciones y sediciones favorecerán sus ambiciones. Poder por medios ilegales, por astucias, pactos que traicionan su programa, confabulaciones, tejemanejes, argucias y falsedades. Falseándose a sí mismo obtendrá poderes.
Marte: Poder por las armas. General victorioso al estilo Eisenhower o Julio César, que sus triunfos convierten en caudillo y jefe de Estado. Será la gran revelación de una guerra. En tiempos de paz: gran ascendente sobre los compañeros si sigue la carrera militar. Trabajos al servicio de lo noble y elevado.
Negativo: Usurpador, rebelde, victorioso. Traidor que pone fin a la legalidad con la fuerza de las armas. Triunfo de la fuerza, de la injusticia.
Sol: El Ego Superior realiza ese programa y la persona se encarnará en las esferas del poder. Tendrá autoridad natural, prestigio. Inspirará respeto y adhesión, carisma. Será el liberador, quien permite que se expresen todas las tendencias que anidan en el ser humano.
Negativo: No conseguirá mantener unidas las tendencias interiores y cada cual tirará por su lado. Al exteriorizarse esta situación producirá el sedicioso, el traidor.
Venus: Poderes a través del arte, de la belleza, de la estética, del amor. Artista que por sus méritos es nombrado ministro de la cultura o director general de Bellas Artes. La belleza, la elegancia, el donaire, será la escalera que le permitirá el acceso a las esferas del poder. El amor puede crear una alianza con un jefe de Estado, ministro, presidente de sociedades.
Negativo: Dará al amante del rey, del presidente, del que ostenta el poder. Espía a lo Mata-Hari. Traidor que obtiene la victoria gracias a los secretos arrancados a su jefe. Chantajista, etc. Infidelidades, traiciones amorosas.
Mercurio: Poder a través de la literatura, el periodismo, el ejercicio de una labor intelectual o, simplemente, poder por relación, por proximidad, vecindario o hermandad, carnal o intelectual. Jefe de Comunicaciones, Transportes, de la Cultura, la Prensa.
Negativo: Panfletista, autor de anónimos. Con su pluma y su verbo fomentará rebeliones, traiciones, usurpaciones. Obtendrá poder del traidor triunfante.
Luna: Su medioambiente la situará al lado de poderosos, por nacimiento o por circunstancias. La posición de Luna es aquí muy fuerte porque Hekamiah trabaja con sus fuerzas, de modo que si en la carta astral hay indicios de sensualidad, las imágenes del amor propulsarán a la persona hacia una exteriorización de sus sentimientos y dará el apasionado.
Negativa: Se verá rodeada de traidores, de rebeldes, que formarán el tejido de su vida familiar. Infidelidades múltiples. Esposa infiel para un hombre. Mujer infiel (por tratarse de la Luna, que es regente de la mujer).
Ascendente: Experimentación física del poder: poder muscular, vigor físico, cuerpo apropiado para cualquier esfuerzo físico: guardaespaldas de presidente, de rey. El poder le viene de su fuerza, de su estampa.
Negativo: Guardaespaldas de traidores; provoca la traición, la infidelidad con su buena estampa. O, por el contrario, expresará con su cuerpo la antítesis del poder, siendo una persona floja y delicada de salud.
Neptuno: Poder transcendente, iniciático, viniendo de otra dimensión. Su reino no es de este mundo y trae a los humanos un orden nuevo.
Negativo: Difusor de drogas, de prácticas orientales que arruinan la salud. Falso profeta, embaucador. Persona que traiciona la espiritualidad. Usurpadora de un poder espiritual. Hipnotizadora, médium inconsciente.
Plutón: Instauradora de una nueva sociedad, de un nuevo orden, de una nueva convivencia.
Negativo: Tirano, dictador, plutócrata. Usurpador endiosado.Con HEKAMIAH termina el Coro de los Querubines, que son los Maestros de los Senderos y Sub-Senderos que arrancan de Hochmah.
Haziel es el Maestro del Sendero número 2
Aladiah, Maestro del Sendero 14
Lauviah, Maestro Sendero 16
Hahaiah, Maestro del Sub-Sendero Hochmah-Gueburah
Iezalel, Maestro Sendero 15
Mebahel, Sub-Sendero Hochmah-Netzah
Hariel, Sub-Sendero Hochmah-Hod
Hekamiah, Sub-Sendero Hochmah-Yesod
El que opera en esos Senderos debe invocarlos con plegarias.
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