¿Tu destino lo diriges tú?
Para saber si tu destino lo diriges tú y cómo lo haces, voy a formularte una pregunta de examen. No te preocupes porque no es demasiado difícil y es posible que el tema te resuene. Está en relación directa con tu forma de enfocar la vida.
Ahora máxima concentración. ¿Qué tienen en común las siguientes frases?
Se necesita mucha paciencia para convivir con alguien
Hay que decir la verdad aunque sea dura
Las cosas que duelen siempre dejan una enseñanza
Es imposible disfrutar de unas buenas vacaciones sin engordar
Si no quiero ser juzgado, no tengo que juzgar
Si llevas una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos
Para disfrutar del éxito, debes aceptar el fracaso
La vida es un camino de obstáculos hasta llegar a la meta
El esfuerzo es la mano derecha del éxito
Estas frases las encontré en Internet (desconozco su autoría).
¡Qué! ¿Tienes ya la respuesta? Vale, te dejo darle un par de vueltas más.
Una parte de lo que llamamos destino está ya prefijada por actuaciones anteriores. Si antaño plantamos patatas, recogeremos patatas. Pero otra parte importante, la estamos forjando día a día a través de lo que inyectamos en nuestra realidad. Y tu actitud es el factor más relevante de esta ecuación. Si enfocas tu vida en positivo, si eres capaz de quitarle hierro a ese problema que te ronda ahora mismo, su solución se perfilará de forma inmediata.
Voy a responder a la pregunta formulada. Lo que tienen en común las frases anteriores es que todas se basan en la columna izquierda de El Árbol de la Vida (eje principal de la Cábala). Siguen la premisa de que el esfuerzo te encamina al triunfo. Y, por desgracia, es el aprendizaje que recibe la mayoría de la gente desde la niñez. Seguimos las premisas: la letra con sangre entra, piensa mal y acertarás, más vale malo conocido …
El problema de seguir esa tendencia es que todo resulta azaroso, pesado, difícil y la vida acaba pareciéndose a una pista americana, en la que debemos superar pruebas sin parar. Si tu presente es así, tu futuro también lo será. ¿Qué destino te espera entonces?
Pero tienes otra opción, seguir al pie de la letra las canciones de Peret: es preferible, reír que llorar… Canta, a la vida, si queréis tener cantar, alegría de vivir, para disfrutar cantar, canta y sé feliz… O incluso la Macarena: dale a tu vida alegría.
Quien canta sus males espanta, reza el dicho popular. La canción está inscrita en el apartado armonía, que está en la columna derecha de el Árbol de la vida. Así que cuando cantas, estás acercando a tu vida los valores contrarios a los reseñados antes. Eso te facilitará las cosas.
Es importante esforzarse por ver la parte más hermosa de la vida, por creer en las soluciones fáciles, por proyectar que vas a encontrar aparcamiento en la puerta, por ver el vaso medio lleno. Al hacerlo así, estás propiciando un destino fácil y cómodo. Seguirán sucediéndote cosas, pero te las tomarás de otra manera.
¡Apasiónate, Vive, Cambia!
Tristán Llop
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.