Solsticio de verano

¿Qué significado tiene que en el solsticio verano tengamos el día más largo del año? ¿Podemos realizar alguna actividad que nos ayude a aprovechar esa luz? Tengo una propuesta para ti.

El día más largo, la noche más corta

Hacia el 21 de junio, se produce lo que llamamos el solsticio de verano, es decir, el momento en el que el sol alcanza su mayor altura aparente en el cielo. La palabra solsticio viene del latín solstitium y significa sol quieto.

Entremos en el orden simbólico. El Sol emite luz y ésta permite que nosotros podamos ver las cosas. Luz se traduce por comprensión o conocimiento. Así que por un lado, tenemos que el solsticio de verano es el día más largo del año, en el que hay más luz, así que representará el momento de mayor comprensión del año, cuando se abre para nosotros una especie de puerta dimensional para poder entender lo que hasta ahora se nos escapaba en nuestra vida. Por otro lado, nos dice que el sol está quieto, es decir, las cosas se frenan para que podamos ser conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor. Se nos presenta pues una oportunidad de oro que podemos aprovechar a través de la meditación.

Si la luz representa comprensión, la oscuridad será la incomprensión, la frialdad, la apatía, la discrepancia. La noche más corta indica que si tomamos conciencia de ello, reduciremos los efectos que la oscuridad tiene en nuestra vida y daremos más espacio a la luz.

Cáncer, el mundo de la ilusión

El solsticio verano está marcado por la entrada del sol en el signo de Cáncer, es el inicio del verano (en el hemisferio norte). Cáncer, según la astrología cabalística, es el primer signo del Elemento Agua, el que pone en marcha nuestras emociones. Es el encargado de darnos ilusión por las cosas, por la vida, el que trae la risa y el llanto.

Tenemos la oportunidad, en el solsticio de verano, de comprender (con la luz solar), la importancia que tiene ilusionarse por las cosas, poner emoción en lo que hacemos y dejar atrás la tristeza de los fracasos.

Cáncer está regido por la Luna y dentro de sus cualidades están el movimiento y la imaginación. Así, en este periodo, debemos ponernos las pilas, saltarnos las excusas y utilizar la imaginación para cambiar todo lo cambiable.

Traspasar la puerta

Hemos visto que el solsticio de verano es como una puerta dimensional, pues hay que traspasarla y no hacer como en el cuento Ante la Ley, de Kafka, en el que el protagonista se queda ante el umbral, por miedo a ser rechazado. Como decía aquel, hacia atrás, ni para coger carrerilla.

Traspasar la puerta significa entrar en el umbral de lo comprensible, empezar a andar por el suelo en lugar de por el techo, ser conscientes que la vida debe ser vivida a base de experiencias y que es preciso tener en las manos el mando a distancia, para evitar que sean las circunstancias las que marquen nuestra trayectoria. Traspasar la puerta del solsticio significa decir sí, quiero ser el guionista consciente de mi realidad.

La magia de la transformación

Nada es más mágico en la vida de una persona como sentir que tiene lugar una transformación, que en cualquier ámbito de nuestra vida pasamos de ser capullos a ser mariposas. El solsticio de verano da pie a esa transformación y libera en nosotros la capacidad de hacer magia. El Sol pone en nosotros la luz y la comprensión necesaria para llevar a cabo esa metamorfosis. Sólo tienes que creer en ti.

La voluntad de compartir

Para que el solsticio de verano sea completo, sólo nos queda un paso: compartir. Significa ponernos al servicio de los demás para ayudarles a pasar la puerta. Y digo bien ayudar y no obligar.

Para dar ejemplo empiezo por compartir este artículo, que no obliga a nada, porque el que quiere lo lee y el no, no. El que quiere lo comparte, el que quiere lo practica…

Propuesta

Para sacar provecho de este solsticio de verano te propongo que inicies tus trabajos tres días antes y que cada día lleves a cabo una meditación. Solicita que te abran la puerta de este solsticio.

¡Que el solsticio de verano te sea propicio!

¡Apasiónate, vive, cambia!

Tristán Llop