¿Qué tienes para ofrecer?
Si te preguntara cuáles son las tres cosas que mejor se te dan, así, a bote pronto, ¿qué me responderías? No tienes que pensarlo mucho porque seguramente llevas toda la vida siendo consciente de ello.
¿Ya lo tienes? Muy bien, apúntalo en un papel, en el móvil, en el ordenador… en el sitio que tengas más a mano y sigue leyendo.
Todos tenemos habilidades. Son aquellas actividades que desempeñamos mejor que las demás, que nos cuestan menos esfuerzo y nos dan mejores resultados. Quizás es aquello con lo que más disfrutabas cuando eras niño: cantar, pintar, bailar, construir, escribir… O puede que su descubrimiento haya sido más tardío. En cualquier caso, lo importante es que existe, que está dentro de ti.
Mi próxima pregunta para ti es la siguiente: ¿estás usando esta habilidad? ¿Con qué frecuencia? ¿En qué circunstancias? Puede que con el tiempo se haya convertido en tu profesión (¡felicidades!), en un hobby o en algo a utilizar en momentos más puntuales, de tanto en tanto. Su peculiaridad es que, cuando más se estimula, más se fortalece y cuando menos se pone en práctica, más se apaga.
Mi propuesta para ti es la siguiente: si tienes tiempo y ganas, selecciona alguna de las tres habilidades que has escrito anteriormente y plantéate la forma de que se convierta en una actividad diaria o semanal y que pueda llegar a otras personas porque lo bueno siempre hay que compartirlo. Una opción sería montar un blog, un canal de youtube, una página de facebook, etc. No es complicado, está al alcance de cualquier persona, incluso de las que no son muy mañosas con el ordenador. Si no se te ocurre cómo aplicar tu habilidad al mundo de las comunicaciones, tecléala en tu buscador porque seguro que alguien ha realizado algo parecido antes.
Aprovecha los recursos que tienes a tu alcance para dar rienda suelta a tus pasiones, a las cosas que se te dan bien, a lo que realmente te gusta. Puede que algún día acabes viviendo de ello o que sea un plus muy gratificante en tu vida.
Y tú, ¿qué tienes para ofrecer?
¡Apasiónate, vive, cambia!
Silvia Llop, psicóloga (colegiada núm. 20495)
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