Puedes cambiar tus circuitos
A lo largo de la vida nos suceden una gran cantidad de experiencias. No es fácil manejar emociones y mente a la vez, puesto que en ocasiones van en direcciones totalmente opuestas, creando conflictos. Pasamos una gran parte de nuestro tiempo haciendo malabares con nuestros impulsos, la ética, el deseo, el deber, lo que se espera de nosotros, lo que nos apetece, etc. y nuestra salud mental puede verse afectada por nuestra forma de manejar todo lo que forma parte de nuestro mundo (tanto el interior como el exterior).
No es de extrañar que se desencadenen procesos de desequilibrio, depresión, ansiedad, miedo como resultado de la gestión de nuestras emociones y pensamientos. El planteamiento común entre el mundo de la psicología, psiquiatría y medicina es el de etiquetar y clasificar las dolencias (físicas y mentales) y aplicar un tratamiento específico para su sanación.
La dificultad es la siguiente: el diagnóstico es una recogida de síntomas que pertenecen a una categoría específica, pero cada persona tiene un proceso diferente que le lleva ahí. Me explico, una persona puede encontrarse con situaciones muy concretas que le generan un miedo y ese miedo se convierte en una depresión mediante un proceso de sentirse mal, culpabilizarse, etc. Por lo tanto, puede que se esté tratando la depresión sin resultados o que consiga salir de ella pero vuelva a sucumbir al cabo de un tiempo. Esto será debido a que el origen de esa depresión es ese miedo hacia algunas circumstancias específicas y esto no ha sido tratadp.
Por lo tanto, cuando te encuentres en procesos complicados que se te van repitiendo o de los que no logras salir, es muy importante llegar al inicio, al punto concreto donde se generan: esa situación, ese pensamiento, esa emocion que desencadena todo lo demás. Cuando lo localices, tienes que ir tomando consciencia de la cadena que lo lleva al final, es decir los pasos que sigues para acabar en tu síntoma. Si logras darte cuenta del proceso que sigues, será mucho más sencillo librarte de él. ¿Cómo? Simplemente rompiendo esa cadena, alterando alguno de los pasos, añadiendo otro nuevo, etc.
Recuerda que tu cerebro está creado por circuitos neuronales y estos rigen la forma en que actúas frente a la vida. Si sigues siempre los mismos recorridos, llegarás a los resultados de siempre, pero si decides alterarlos realizando las cosas de manera distinta, el resultado también lo será. Cada vez que aprendes algo nuevo, creas un nuevo circuito así que tienes el poder de crear y modificar todos los circuitos que quieras. ¡Úsalo!
¡Apasiónate, vive, cambia!
Silvia Llop, psicóloga (colegiada núm. 20495)
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