YESOD, la proyección
Yesod es el Séfira número nueve de el Árbol de la Vida. Es el centro encargado de cristalizar y objetivar los impulsos procedentes de los demás centros, convirtiéndolos en actos, proyectando la conciencia superior hacia abajo. Gracias a Yesod todo lo que se encuentra en nuestro interior se convierte en imágenes, es decir en situaciones. Por ejemplo, si sentimos odio o rencor, podemos tener la seguridad de que Yesod, un día u otro, objetivará en el mundo real estos sentimientos, brindándonos la ocasión de ejercer ese odio, o bien, volviendo la imagen del revés, nos hará vivir situaciones odiosas, violentas o crueles.
Resulta pues peligroso alimentar este centro sefirótico con emociones o intenciones negativas ya que después nos veremos “obligados” a vivirlas. Es preciso ejercer un control consciente sobre la producción de imágenes, procurando captar siempre imágenes positivas de los demás, ya que si captamos únicamente lo negativo, acabaremos viviendo esta negatividad.
Como Yesod es el centro de la imaginación, cuando se active tendremos muy despierta esa capacidad y, como decía Walt Disney: si puedes imaginarlo puedes conseguirlo.
Podemos comparar las funciones de Yesod a las del tubo catódico de los antiguos televisores, que recogía las pulsiones energéticas del centro emisor y las convertía en las imágenes que aparecían luego en pantalla. Yesod es asimismo el centro productor de los sueños.
En un proyecto, Yesod representa la fase de visualización del acabado del producto, la proyección en la realidad.
¿Qué quieres proyectar en tu realidad?
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