Marte y su posición en los 12 signos y en las 12 Casas
Introducción
Marte es el rostro visible de Gueburah y el colaborador más directo de Binah, en cuya columna figura como segundo. Supone, pues, el retorno de la ley cuando esta ha sido violada y raras veces no lo es cuando el permisivo Júpiter reina en nuestras vidas.
Marte entra en función cuando Júpiter ha terminado sus actuaciones. El ser humano necesita ejercer un poder, ya que se está preparando para ser el creador de un universo, de modo que en un momento u otro de su existencia tendrá en su carta astral un Júpiter sin trabas que le permitirá organizar la vida a su alrededor según sus sentimientos, sus pensamientos, su forma de ser. Cuando esto ocurra, Marte será el ejecutor, su hijo, tal como era Marte en la mitología, hijo de Júpiter y el ser humano dispondrá de la fuerza activa que representa para construir su micro-universo. Pero cuando Júpiter decline, en su occidente horoscópico, entonces ascenderá Marte y él será el rey.
Marte se ocupará entonces de restituir la ley de Saturno quebrantada y todo lo excesivo que Júpiter ha edificado, lo que salía de su órbita habitual, se verá demolido. Puede suponer una etapa dura y contemplado desde el exterior, todo lo que sucede bajo el reino de Marte parecerá arbitrario, pero las leyes del cosmos no pueden ser permanentemente quebrantadas y Marte actúa sin paliativos.
Cuando en una carta Júpiter y Marte aparecen violentamente enfrentados, es señal de que la lucha entre tolerancia y rigor, entre permisividad y respeto de la ley ha entrado en fase aguda y la persona se verá dividida entre el dejarse llevar por las facilidades y goces de la vida y la disciplina a los principios. El mejor situado de los dos planetas será quien lleve las de ganar.
En cambio, cuando Júpiter y Marte forman buenos aspectos, Marte juega el papel del hijo dócil que se somete a la jerarquía superior jupiteriana.
Marte administra los contenidos de Aries y Escorpio. En Aries, Marte se manifiesta positivamente, proyectando su esencia zodiacal con fuerza a la cabeza, a fin de que el designio divino penetre. A través de Aries, Marte ejerce funciones de inseminador de la espiritualidad, proyectando a nuestro cerebro la semilla espiritual que nos permitirá comprender la ley por dentro, de modo que esa será una de las armas esgrimidas por Marte para propiciar el retorno a la ley: la comprensión de esta desde el interior.
A través de Escorpio, Marte efectúa la inseminación por los órganos sexuales, manifestándose por su polaridad negativa, de modo que las fuerzas marcianas son utilizadas por la energía de Escorpio para armar el miembro masculino, convirtiéndolo en canal de proyección de la simiente al receptáculo femenino.
Con Escorpio, Marte produce, pues, las formas físicas que han de servir de soporte a los cuerpos espirituales y por extensión, es el productor de todas las formas materiales que crea el ser humano gracias a su trabajo. De ahí que Escorpio sea el signo que rige la industria que fabrica los objetos materiales; y que Marte sea considerado el planeta del trabajo y que en un horóscopo implique las aptitudes de la persona para un trabajo determinado.
Marte ejerce, pues, funciones de portador de vida, ya que es él, a través de Aries, quien introduce en nosotros los gérmenes de la vida divina y de portador de muerte, ya que, a través de Escorpio, nos facilita las formas físicas que, en el estado actual de nuestra evolución, solo pueden contener las energías espirituales durante un tiempo, de modo que esas formas deben morir y ser renovadas.
En una carta astral, si Marte está situado por encima del horizonte (desde la Casa VII a la XII), es indicio de que está trabajando las fuerzas de la vida; si está situado por debajo del horizonte (de la I a la VI), es que está trabajando en la creación y multiplicación de las formas materiales.
La posición de Marte en un horóscopo nos indicará, además:
1º El tipo de trabajo que ha de realizar la persona.
2º El punto de arranque del trabajo de regeneración de la naturaleza corrompida. Siempre hay algo corrupto en nosotros y la posición de Marte ha de indicarnos cómo se procederá para extirpar esa corrupción.
En el esquema del Árbol de la Vida, Marte aparece detrás de Júpiter. En el despliegue de la Vida, tal como aparece en la Biblia, Marte representa la salida de Adam del Paraíso Terrenal, después de haber sucumbido a las promesas de los Luciferianos.
El programa marciano puede resumirse en la maldición divina de ganar el pan con el sudor, parir con dolor, interpretado esto en un sentido muy amplio, es decir, que todo lo que emane del ser humano se hará al precio de un sufrimiento, del trabajo.
Así pues, Marte representa la caída a un mundo inferior y el trabajo que ha de reconducir al ser humano al frondoso Edén que perdió. Vemos en la Biblia que Marte-Lucifer-Serpiente, actuó enroscado en el famoso Árbol del Paraíso, produciendo en Eva la apetencia de conocimientos.
Y así tenemos que Marte comienza su actuación en Júpiter, o sea, en la persona que vive en estado de armonía con las leyes divinas. En ese estado de perfección paradisíaca, no siente la necesidad de experiencias en mundos inferiores, es decir, no siente la necesidad de amplificar la Obra divina e incurrirá probablemente en el error de no querer avanzar, de quedarse en la zona de confort. Los diversos Rostros de Marte activarán pues en la persona la apetencia de creación, la inducirán a ser ella misma una creadora y no la criatura que goza y se beneficia de un universo creado por otros.
Para ser creadora será preciso que se desprenda de esa sustancia interna que produce su plenitud, perdiendo así ese estado paradisíaco en que se encontraba. Si esto no se produjera, si Marte no nos indujera a participar en la obra divina como creadores, el proceso creativo se encontraría detenido y la planificación divina se hubiera visto frustrada.
El impulso tentador, utilizando las fuerzas generadas por Marte, aún siendo negativo para el ser humano que debía protagonizarlo, era necesario para la expansión de la obra divina.
Así Marte es el que impulsa a la persona al abandono de su estado de plenitud, de bienestar, de felicidad, para confrontarla con las dificultades. Marte nos irá llevando al conocimiento de las leyes del mundo, no mediante la iluminación divina, sino mediante la experiencia de su funcionamiento. Esa experiencia, partiendo de la ignorancia total, nos llevará a saber lo que es el Mal, es decir, a saber lo que ocurre cuando se opera al margen de las leyes del mundo.
Primero, en la fase activa, al obrar desde la ignorancia, seremos agentes de ese Mal, seremos los productores de desorden; luego, en la fase pasiva, apareceremos como víctimas de ese Mal y de esta forma aprenderemos a conocer las reglas por las cuales se rige el mundo y cuando volvamos a la plenitud, sabremos por qué artes ha sido alcanzada, seremos obreros del Creador y no simples criaturas.
Las disonancias planetarias sobre Marte perturbarán sus funciones, empezando por la inseminadora, pudiendo dar lugar a personas impotentes, si afectan al polo negativo o a locos, si afectan al polo positivo, ya que la inseminación espiritual no se efectuará en las condiciones requeridas.
Si los malos aspectos son de naturaleza amplificadora, pueden dar lugar a una exageración de las funciones marcianas y tendremos así una persona obsesionada con el sexo o un «iluminado» extravagante.
Por lo demás, resultarán perturbatorios para el trabajo, bien sea en el sentido de una no participación, vagancia o una dedicación excesiva y violenta.
Los buenos aspectos de Marte darán a la persona una abundante energía, habilidad en el espacio que represente, franqueza, espontaneidad, capacidad para el mando, impulsividad.
La posición de Marte en una carta nos indicará dónde se encuentra el instructor y nos dirá en qué artes nos está instruyendo. No se trata de una instrucción intelectual, sino de poner manos a la obra y experimentar.
Claves: Energía, trabajo, rectificación, sudor, pérdida del paraíso, dificultades, desorden, instrucción, experimentación, aptitud, herramientas, estimulo para cambios, ayuda a conseguir empleo, impulso, inyecta ganas de luchar por nuestros objetivos, brío, fogosidad, poder de decisión, empuje para decidirse, corrección de errores, ayuda a utilizar nuestras herramientas, las que tenemos de nacimiento, cambio de actitud, superación de hábitos, franqueza, coraje, valentía, entusiasmo, hiperactividad, poder de persuasión, seguridad.
Marte tarda unos 2 años en recorrer un signo.
Marte en Aries
Se encuentra en uno de sus signos de Regencia. Después de todo lo dicho sobre la función del signo y del planeta, aparentemente no encajan demasiado bien el planeta que conduce a la dignidad perdida mediante el trabajo y el sufrimiento y el signo del que se desprende el designio divino.
Al ocuparnos de Urano, dijimos que este planeta, por ser el primero del ciclo planetario, se encuentra en analogía con Aries, que es el primero del ciclo zodiacal. Por otra parte Urano-Hochmah es el que revela el rostro de Kether, Séfira que por ser fuerza difusa, presente en todo, no tiene rostro.
Si nos encontráramos en el Primer Día de la Creación, indiscutiblemente Urano sería el regente de Aries, pero estamos en el Cuarto Día, presidido por el Cuarto Séfira, Júpiter-Hesed, el cual aparece en todas las Mitologías como el jefe del Olimpo, el dios de dioses. Júpiter, en el presente Día, realiza las mismas funciones que Kether en el Primero y por lo tanto Marte, el Séfira que le sigue, realizará las mismas funciones que Hochmah.
Marte, que es el He sefirótico, es el encargado de interiorizar en el ser humano el mensaje divino, el Designio que deberá desarrollar y plantar en la tierra física. O sea, Marte en Aries representa el capataz de la fábrica divina que proporciona al obrero un trabajo. Lo hace con su energía habitual, infundiendo al obrero respeto y tal vez temor, ya que ve en él al representante del amo.
Cuando Marte se encuentra en Aries diremos pues que el obrero está recibiendo de manos de un capataz severo el encargo divino a desarrollar. Le es infundida una misión. Indicará pues: trabajo nuevo, inicio de una obra, principio de una tarea en un ambiente en el que todo está por hacer.
En el terreno material, ese impulso interior se manifestará por una tendencia de la persona a trabajar en asuntos que se inician, bajo la dependencia de una persona enérgica, poseedora de una gran fuerza; una persona que se enfada fácilmente, que tiene poca paciencia, ya que en ese Cuarto Día la enseñanza de las leyes divinas nos es dada con severidad.
Nos encontramos al Este del Edén, en la tierra del rigor, aprendiendo con sudor y Marte indicará que ese rigor estará presente en la experiencia que vamos a emprender. Indicará que estamos trabajando a la Izquierda, o sea, en los procesos materiales, con la luz dentro, interiorizada y la capa de materia fuera.
Los malos aspectos de Marte en Aries anunciarán el comienzo de un trabajo más riguroso aún, ya que esa desarmonía irá impresa en el impacto marciano y la semilla interiorizada en la persona será una mala semilla. El mal no pudiendo venir de la divinidad, es evidente que la parte conflictiva será un residuo creado en una pasada vida.
Diremos pues: comienzo de un trabajo difícil y en la vida material resultará un trabajo duro, con patrones conflictivos, peligro en el trabajo. La persona manifestará una vocación por el peligro y si la dinámica se manifiesta a través del canal (Casa) profesional adoptará una profesión que comporte peligro o un gran movimiento de energía y que al mismo tiempo sea una novedad, un inicio. Si es por el canal vocacional, buscará la hazaña peligrosa.
Ese peligro en el trabajo humano será una mera advertencia de que está empezando un ciclo peligroso, que la misión que le ha sido confiada le hará correr riesgos. Y no se trata del riesgo de perder la vida, puesto que es algo que nadie puede perder, sino el riesgo de envilecerse, de apartarse aún más de los esquemas divinos.
Cuando un error cometido en una vida nos obliga a pagar sus consecuencias, siempre existe el peligro de que, al vernos objeto de violencias, nos digamos que aquello no es justo y en lugar de aguantar y poner la otra mejilla, nos movilicemos para “vengar la afrenta”; con lo cual, en lugar de liquidar karma, estamos acumulando nuevos contenidos que harán una futura existencia más penosa aún.
Es preciso pues que si encontramos a alguien con Marte en Aries le advirtamos de ese riesgo, sobre todo si forma malos aspectos.
Marte en el Ascendente o Casa I
Potenciará la figura del portador de guerra, de conflicto, de dificultades, de fuerza, de energía. Si en Aries indica que un trabajo duro baja del cielo, en la Casa I indicará que un trabajo fuerte viene de la persona, descargando, naturalmente, sobre la sociedad que le rodea.
Deberá verse cuál es el dominio que Marte rige, ya que si es el representante de la Casa VII (los demás, opuesta al Yo, Casa I), por ejemplo, indicará que la guerra, el conflicto vendrá de la sociedad, que en ella encontrará su motivación. la persona se sentirá provocada por la sociedad y su conflicto no será más que la respuesta natural a esa provocación.
Puede también indicar circunstancias hostiles, situación de guerra, cuando Marte es el regente de una Casa fija (V, VIII, XI y II) y está situado en el Ascendente. Pero esto será un simple detalle, puesto que, como sabemos, tanto si la violencia emana de la persona como si es inducida a ello por las circunstancias, es decir, tanto si se manifiesta en su aspecto positivo como en el negativo, la acción se encontrará adherida a su propósito humano; será algo que lleva encima, formará parte de su programa, tanto si la experimenta como víctima como si la experimenta como verdugo.
Hemos dicho alguna vez que los planetas en Casa I potencian la expresión de la personalidad y hemos dicho otras veces que los planetas en Casa I hacen que los demás intervengan en las decisiones de la persona. Lo que acabamos de decir concilia ambas afirmaciones aparentemente opuestas, o sea, potenciarán la propia manifestación si los planetas representan sectores relacionados con la exteriorización de las facultades internas y representarán una interferencia si representan sectores relacionados con la interiorización.
Los buenos aspectos reducirán el dramatismo marciano y podrá decirse que la persona desarrollará una actividad febril, que dispondrá de una enorme energía, que ha de asegurarle vitalidad y buena salud y ha de darle muy buenas disposiciones para el trabajo. Será un embajador infatigable, alguien que necesita darse, entregarse a la labor, porque ese trabajo ha de permitirle “olvidar” otras cuestiones.
Los malos aspectos serán portadores de esa conflictividad de que hemos hablado y nos indicará una persona que llevará encima el conflicto cualquiera que sea el escenario laboral en que aparezca. Su ardor, su indignación vehemente lo designarán como cabecilla para combatir por los intereses de los obreros contra los patronos y en ese combate, jamás buscará la conciliación, sino la ruptura, generadora del conflicto.
Recuerdo el caso de un enlace sindical que se jactaba, como su mayor heroicidad, de haber conseguido que parara una fábrica en una huelga. Natural pues que tenga dificultades en el trabajo a causa de su carácter. No entenderse, discordancia e incordiar, es la experiencia que debe vivir para comprender algo que no ha podido asimilar de otra manera.
Marte en Leo
Interioriza con fuerza el designio divino. Hay un dicho que reza: la letra con sangre entra y ese es un poco el tema de esta posición, relacionado con en propósito que penetrara en la persona a través de Aries y que será así inscrito con mucho vigor en el código interior de la persona para que se impregne de su sentido.
Hemos visto que Marte solo actúa cuando la ley ha sido violada y cuando es necesario un correctivo. Siempre representa un trabajo que no ha sido realizado en circunstancias normales, de modo que si ha sido necesaria su presencia en Leo es porque la persona no interiorizó el designio sin presiones. Ahora Marte se lo pondrá dentro con “calzador”.
Diremos pues que el mensaje divino penetra en el interior con fuerza. No se trata de la Ley en su totalidad sino de la parcela de conocimiento que el Designio trata de infundir en la presente vida. Ese conocimiento puede ser más o menos amplio, según el estado evolutivo de la persona. Pero al mismo tiempo, Marte inscribirá vigorosamente el mensaje que ya se encuentra en la conciencia, interiorizado en antiguas encarnaciones; lo reescribirá, por así decirlo, si es que las letras se han desdibujado por el paso del tiempo.
Todo ello dará a esa persona una conciencia firme, más o menos amplia, pero cualquiera que sea su dimensión, la persona manifestará con fuerza los principios contenidos en ella y no se desviará del espíritu que la anima. Diremos pues: fidelidad a la conciencia, actuación conforme a esa conciencia: el trabajo que realice esa persona deberá ser aceptado por su conciencia.
Como esa conciencia obedece a un principio más elevado, la escenificación de esa fuerza dará a la persona obediente a una persona más elevada. Tendremos así la figura del hombre de confianza, del que es fiel a toda prueba, la figura del criado, del servidor que consagra su vida al señor que representa una causa.
Los malos aspectos harán que la interiorización de la conciencia se haga con malos modos, a la fuerza, con dramas, con guerra, con conflicto. Entonces la dinámica exterior nos dará la figura de la persona que sirve a un falso señor, sirve a alguien que actúa violentamente, que usurpa derechos, que produce conflictos y guerras. Su fidelidad estará mal colocada y esto se prolongará hasta que el mal sea tan evidente a sus ojos que, por contraste, reconozca el bien. Será el servidor de malas causas, la persona de confianza del traidor, del malo de la película. (Rudolf Giuliani tiene Marte en Leo y se le vio sudando tinta, literalmente, por su jefe Donald Trump).
Como sea que Leo rige el corazón, los malos aspectos de Marte han de dar un mal funcionamiento de este órgano. La enfermedad sobrevendrá en la medida que las energías marcianas no hayan sido utilizadas para actuaciones en el plano intelectual o sentimental.
Marte en Casa V
Dará una cosecha de personas enérgicas, cosecha suscitada por el despliegue de nuestra voluntad en el medio social. Aquellos que estarán en afinidad con nuestro propósito serán personas vigorosas, musculosas, heroicas, aventureras, con mucha capacidad de trabajo. Dispondremos pues de un auténtico ejército para llevar a cabo el propósito. Esos agentes espontáneos de nuestra causa serán también los hijos, que poseerán esa naturaleza vigorosa, entusiasta.
Por otro lado, siendo este sector aquel a través del cual el amor de Hochmah se manifiesta, la suerte nos vendrá a través de todo lo que Marte representa: el trabajo, la juventud, el esfuerzo, el conflicto, la guerra. En el río revuelto tal vez esa persona encuentre su ganancia.
Con Marte en la V se pueden ganar medallas en el deporte, en actividades que requieran de mucha energía. Creatividad en el trabajo.
Con malos aspectos, la cosecha será de personas violentas, vindicativas, crueles, portadoras de conflictos y de guerras y ello indicará que nuestra voluntad, al desplegarse sobre el mundo, nos ha traído esa mala cosecha. La suerte estará en la guerra, el crimen y en la violencia.
Marte en Sagitario
Será la mano izquierda de Dios, ya que siendo ese signo el que rige los procesos de exteriorización del pensamiento divino, este pensamiento se derramará por la vertiente gueburiana. Diremos pues que la persona será el ejecutor del rigor divino y el grado de intensidad de ese rigor dependerá de los aspectos que reciba.
Será pues la persona que participará en el restablecimiento del orden. Para poderlo hacer, será preciso que se encuentre en un ambiente desordenado, de modo que se orientará hacia escenarios conflictivos en los que pueda restablecer el orden. A menudo su profesión estará relacionada con esta problemática, pero puede también ejercer su mandato fuera de ella.
Este restablecimiento del orden ha de ser primero interior. El designio divino interiorizado en la etapa de Leo ha sido distorsionado sin duda. Si esa distorsión progresa, se amplificará al pasar por los ciclos emotivo y mental y Marte le pone el correctivo para que esto no ocurra. En la medida en la que el trabajo no se realice internamente, tendrá lugar en el exterior.
Como ya hemos venido repitiendo en los Módulos de las Casas, la dinámica exterior ha de proporcionar a la persona la clave del trabajo que debe realizar en su interior, esto es, rectificar la comprensión del Designio del que somos portadores, de manera que al exteriorizarlo, el acto sea conforme a la modificación introducida.
Los buenos aspectos indicarán que el trabajo se realiza en las mejores condiciones. Las rectificaciones, en Sagitario, son de orden ético. Ello significa que el rigor marciano no puede alcanzar índices demasiado dramáticos, de modo que la exteriorización de esa dinámica dará a la persona que se ocupa de reformatorios infantiles, reformas sociales, de dar consejos psicológicos, espirituales o clericales.
Los malos aspectos producirán un gran rigor moral, una severidad fuera de tono. La rectificación tendrá lugar violentamente. El trabajo sobre sí y sobre los demás será duro, exigirá un esfuerzo.
Como la exteriorización suele traducirse por un viaje: viajes difíciles, peligrosos arriesgados, accidentados. En su vida espiritual, será el dios del castigo el que aparecerá, el de las destrucciones, el del ojo por ojo.
Marte en Casa IX
Le pondrá rigor a la expresión del yo-moral, es decir, a la exteriorización de la conciencia de la persona. En Sagitario se trataba de corregir la comprensión del Designio. Aquí la corrección marciana operará sobre el propósito que la persona ha lanzado a través del Ascendente. Si el Ascendente expresara un propósito desmesurado, Marte indicaría que en el primer estadio de su manifestación ese propósito será corregido, con más o menos fuerza, según los aspectos que Marte pueda formar.
Marte en la Casa IX hará que la persona defienda los valores, la espiritualidad, con mucha vehemencia, con fuerza, con energía. Puede convertirse en lo que llamaríamos un escudero de Dios.
En la dinámica externa y con malos aspectos, Marte puede producir viajes movidos, incidentes accidentes, agresiones dificultades, problemas, siempre según los aspectos y esa escenificación querrá indicarle a la persona que al exteriorizar su propósito en términos morales, debe corregir el tiro, debe proceder a una revisión, simplemente fastidiosa o muy dificultosa, que producirá en su interior un daño, una violencia.
Los malos aspectos, en el terreno de las actuaciones morales, dará el brazo armado de lo inmoral, de la injusticia, del desorden. En el aspecto físico, el accidente más o menos grave. Y es que si, cuando es fuerte y bien aspectado, Marte produce el trabajo regenerador y el valor para terminar con lo corrupto, cuando se manifiesta por su vertiente negativa acentúa el mal para que aparezca a los ojos de la persona con todo su esplendor y pueda así ser identificado sin lugar a dudas.
Tengamos en cuenta, sin embargo, que, como en la posición de Sagitario, se trata aquí de una corrección a niveles morales, de manera que ni en lo interno ni en lo externo su expresión puede alcanzar índices muy dramáticos: se trata del principio de un mal que ha de abrir el camino a males mayores.
Marte en la IX puede dar mucha energía para los cambios, en el desarrollo espiritual y en los viajes.
Marte en Cáncer
Pone rectitud en el mundo de los sentimientos. Sus funciones no se adecuan a las del signo, por cuanto si el papel de Marte consiste en corregir lo que ha salido de órbita para volverlo a ella, difícilmente podrá corregir lo que aún no ha sido usado.
En Cáncer el Elemento Agua se ofrece como materia prima para construir la personalidad emotiva, de modo que el correctivo marciano viene antes, se anticipa a la utilización de la fuerza.
Así tendremos que la materia que utilizará la persona para la formación de su yo sentimental comportará ya un elemento restrictivo que no le permitirá desarrollarlo con entera libertad. Instintivamente la persona sentirá que hay algo que no se debe hacer, que no se puede hacer, sin que sepa explicarse porqué.
Con buenos aspectos y en personas evolucionadas, esta posición dará rectitud de sentimientos. Exigencia en el dominio de las emociones. Se moverá emocionalmente dentro de unas reglas, luchará por ellas.
Con malos aspectos, Marte nos mostrará su faz negativa y acentuará el mal en esa materia sentimental, originando malos sentimientos, pasiones, emociones torcidas. Las semillas del mal, la cizaña, estarán mezcladas con los materiales emotivos.
La exteriorización de la dinámica marciana dará trabajo relacionado con los sentimientos: objetos de regalo, cruces, medallas o relacionado con el agua.
Los malos aspectos orientarán a la persona hacia personas de malos sentimientos. Las aguas pueden comportar para ella un peligro de envenenamiento o ahogo. O será ella quien constituye ese peligro.
Marte en Casa IV
Actuará sobre aquello que han establecido las emociones: el espacio familiar, la casa, la madre. Aportará su rigor a ese entorno, sin duda para restablecer un orden interno que en anteriores vidas había sido violado.
Con buenos aspectos dará una madre trabajadora, muy entregada a su hogar y para un hombre, una esposa de iguales características. La persona será muy activa en el hogar, indicando que una parte importante de su trabajo estará ahí. El hogar será un centro de trabajo y la organización de la vida se hará de forma militar. La familia exigirá un trabajo, una dedicación.
Los malos aspectos producirán dramas familiares, madre de carácter colérico, peligros en el hogar, incendios. Ello ha de llevar a la persona a comprender que el material-deseos de que dispone es de calidad defectuosa y produce destrucciones.
Marte mal aspectado indicará que en el cuerpo de deseos de la persona hay una cantidad de materia regida por la fuerza de repulsión, que será “quemada” a través del canal en que Marte se expresa. Con ella IV indicará que esta quema tiene lugar en el escenario que los sentimientos han constituido, o sea, en el familiar, en las raíces.
Marte en Escorpio
Se encontrará en su Domicilio, o sea, que realiza sus funciones de una manera óptima. Sabemos que en Escorpio la persona se construye una personalidad emotiva que constituirá su primer yo, aquel con el cual se identifique y reconozca como suyo, ya que la personalidad moral que se edifica en Leo se hace a expensas de la persona, en una etapa de pre-consciencia.
Marte aportará su rigor a la constitución de esa personalidad, eligiendo entre los materiales emotivos los que se encuentran en afinidad con el propósito que la persona está elaborando.
Esta será su función respecto a lo que la persona elabora, ya que conviene separar lo que se está estableciendo de lo que ya en otras vidas ha sido establecido; es decir, una cosa es la personalidad emotiva en proceso de elaboración y otra cosa la personalidad emotiva que ya existía al nacer, producto de anteriores vidas.
Sobre lo ya constituido, si Marte se encuentra bien aspectado, hará que se proyecte con fuerza en la conciencia de la persona la idea de un reordenamiento. Repitamos que si Marte se encuentra en algún punto preciso es porque aquello debe ser reconsiderado, porque la persona probablemente se ha excedido en los goces.
Marte actuará pues en Escorpio a la manera de una exigencia interna que lleva a la persona a reconsiderarse y a extirpar de sí lo que no es conforme a la Ley. Será pues rigurosa para consigo, juzgándose con severidad, buscando en el trabajo y en el esfuerzo la disuasión de las actividades placenteras.
Ese trabajo en su yo emotivo interno se transvasará a lo que en el mundo social se encuentre en afinidad con esa personalidad interna, o sea, su familia, sus posesiones, su empresa, sus hábitos, sus creencias, pudiendo desplegar una gran actividad en defensa de esas “instituciones”. Será el guerrero combatiendo por la defensa de su mundo sentimental.
Los malos aspectos le pondrán drama a esa dinámica, significando que los trabajos de rectificación son enormes. Ya no se tratará de trabajos de una restauración sino de un derribo para levantar un edificio nuevo y ello puede dar lugar a una persona agresiva para consigo, apareciendo las formas externas del odio, siempre referidas a su propia personalidad interna y tendremos la figura de la persona que se odia, se degrada, se menosprecia.
Según sea la naturaleza de los malos aspectos, tendremos a la persona que se ridiculiza a sí misma, que se mete en situaciones humillantes, que va a los negocios en los que el fracaso está garantizado. O, si la violencia es mayor, veremos al que se da golpes, se cae, se mutila, tiene accidentes domésticos, de coche o es atropellada y en casos extremos, quien atenta contra su propia vida, el suicida.
Para juzgar el grado de dramatismo de un Marte mal aspectado, es preciso ver si son los signos de Agua los dominantes en la carta o sea, ver si la persona es todo sentimientos o si, por el contrario, el dominante es el Aire, la Tierra o el Fuego, ya que en tal caso la persona se encontrará poco identificada con sus sentimientos y por dramáticas que sean las cosas que ocurren con ellos, estará más en el mundo de las ideas, de lo práctico o dispondrá de una fuerza moral que le permitirá oponerse a las pretensiones marcianas de auto-lesionarse.
Marte en Casa VIII
Aportará una cosecha de amores, cuya nota dominante será el rigor. Serán personas exigentes, rectas, firmes, que canalizarán nuestros sentimientos hacia lo que debe ser. Suscitaremos el amor de militares, policías, gentes que de algún modo están vinculadas al peligro, a los retos o a la ley.
Los buenos aspectos harán que esas personas ejerzan un papel protector en nuestras vidas, que sean una especie de guardaespaldas, gentes en las cuales podremos apoyarnos, tanto en lo material como en lo moral.
Los malos aspectos nos valdrán el amor de personas violentas, crueles, que viven al margen de la ley y que trabajan con el mal.
Así tendremos que un Marte mal aspectado en la Casa VIII nos valdrá el amor de personas que representarán un peligro para nuestra existencia; serán portadores del mal y el alcance de ese mal dependerá igualmente de la intensidad de esos aspectos, pudiendo ser un mal benigno: inconvenientes, líos, trastadas… o un mal que ponga en peligro nuestra integridad física y hasta nuestra propia vida. En una palabra, la persona que nos quiere puede ser la que nos va a liquidar.
En lo erótico, dará deseo sexual por parte del otro, que lo suscitará en nosotros.
Un Marte en la VIII también dará un gran poder de regeneración, de reactivación de la autoestima.
Marte en Piscis
Hará que las emociones se exterioricen con fuerza y que a través de ellas se produzca la regeneración que Marte programa. Si el correctivo marciano debe ser aplicado, es sin duda porque la persona ha interiorizado emociones cuya exteriorización produciría disturbios. La posición supone un trabajo a realizar con los sentimientos, un servicio sentimental que tal vez no resulte agradable.
La expresión de los sentimientos será el camino que le permitirá a esa persona retornar a la ley y al orden cósmico.
Los buenos aspectos darán una persona que expresará sentimientos rectos, que persigue fines elevados. Será la persona incorruptible, fiel y abnegada en el cumplimiento de sus deberes, siempre los relacionados con los sentimientos.
Los malos aspectos de Marte harán que sean los de abajo quienes manipulen los materiales de ese planeta y su enseñanza consistirá en proporcionar a esa persona la visión del mal. Entonces se producirá una violencia en la expresión de los sentimientos; será la persona airada, arremetiendo a sangre y fuego contra los que pretende querer, creando a su alrededor un espacio sentimental violento, dramático, inhóspito, cruel. Los sentimientos pueden ser viciosos, llevados al consumo de drogas, tabaco, alcohol. Será la persona que escenificará alrededor de ella el mal, en sus aspectos emotivos, y los destrozos que la fuerza de Repulsión producirá serán la vía salvadora que ha de llevarla a la reconsideración de sí misma.
Marte en la Casa XII
Tendremos que el correctivo se encuentra ya en la personalidad emotiva de la persona; no canalizará energías procedentes del Zodíaco, sino de su propio yo. La persona tratará de crear un espacio en el que los sentimientos sean conformes a las leyes de arriba. Ejercerá una fuerte represión, impulsando a sus allegados hacia la religiosidad.
Con buenos aspectos será el pastor que conduce a las ovejas hacia el bien, disciplinando sus sentimientos, haciendo que trabajen para reconquistar su pureza. En una cárcel puede ejercer la función de regenerador, ya que si Marte aparece en la Casa XII, es sin duda porque ya ha ejercido sus funciones en la Casa VIII, regenerando los sentimientos internos de la persona, que puede así derramar su orden al exterior.
Con malos aspectos, será un elemento destructor para la sociedad que lo rodea. Si en el estadio anterior, Casa VIII, dirigía la violencia contra sí, aquí la dirigirá contra la sociedad. Puede ser el represor, el violador, el sádico, el que proyectará a su alrededor los malos sentimientos que lleva dentro, no de una forma general, como lo haría en Cáncer, sino hacia unos objetivos concretos, o sea, hacia las personas con las que está ligada por una relación kármica.
Según la intensidad de esos aspectos, la exteriorización del mal puede ir del simple incordiador, al asesino. Marte en signos de Agua y con malos aspectos siempre ha de producir tempestades en el mundo emotivo y si esa persona lleva mucha agua esas tempestades serán aún mayores.
Marte en la XII también puede llevar a la persona a enamorarse de deportistas, de policías, de bomberos, de gente con profesiones de riesgo.
Marte en Libra
No estará en el mejor lugar para ejercer sus funciones, puesto que Libra es el signo por el cual el ser humano retorna a la unidad primordial, a su anterior estado de hermafrodita, no en su propia carne, sino a través del otro, de la unión conyugal.
Marte, por el contrario, es el que a través de Aries promueve la individualidad, imprimiendo con fuerza en la persona un designio que lo personaliza, mientras que a través de Escorpio interioriza el Yo emotivo, que es el más alto representante del Ego-ismo, lo que nos da definitivamente un sello que nos distingue de los demás.
Marte es el divisor, el separador, el que en los procesos de degeneración, separa las partes podridas para que no puedan contaminar al resto y para regenerarlas. Es evidente que ese carácter individualizador, abanderado, héroe, no puede más que crear desorden en el signo que produce la unión de los complementarios.
Si Marte en Libra se viste de sus ropajes más sublimes, mostrando sus rostros que miran hacia lo alto, producirá el milagro de que dos cuerpos moren en uno solo; hará que dos personas se unan indisolublemente como si fueran una sola, algo así como esos mellizos que vienen al mundo con un solo cuerpo y dos cabezas. Su manifestación positiva dará algo fuera de lo común, un fenómeno, que no se manifestará únicamente en la unión individual con el alma gemela, sino en el plan colectivo, siendo la persona que une porque todos sus esfuerzos convergen en producir esa unión de dos grupos sociales complementarios. Su guerra será obtener la unión de todos los seres humanos; su ambición más ardorosa: unir.
Los malos aspectos de Marte en Libra producirán la división y la guerra en la pareja y aportarán la división, la escisión a cualquier grupo humano en el que esta persona intervenga. Su trabajo humano consistirá en contemplar la imagen de la ruptura, de manera más y más patética, según lo duro que le resulte comprender que el mundo avanza hacia la unidad.
Por otra parte, introducirá el rigor en el manantial en el que se forman las ideas y los malos aspectos harán que ese rigor sea exagerado, dando lugar a las malas ideas, a las ideas perversas que producirán, al interiorizarse en Acuario, un cuerpo mental defectuoso. Las ideas estarán repletas de belicismo, de agresividad; una agresividad que se ejercerá a través de la mente. La vida matrimonial de esa persona será tumultuosa, como lo será en cualquier asociación en que intervenga.
Los buenos aspectos han de dar ideas valerosas, osadía intelectual, rigor en la formación del pensamiento.
Marte en Casa VII
Producirá la discordia en el matrimonio. El cónyuge será de armas tomar y querrá mandar a la manera militar. Los aliados comerciales, los socios que esa persona pueda tener, serán también el elemento fuerte, con tendencia a subyugar.
Con malos aspectos, se orientará hacia personas malvadas, generadoras de conflictos, capaces de todas las violencias. Con numerosos aspectos negativos, cabe esperar del cónyuge y de los socios violencias y lo mismo ocurrirá con la sociedad en general.
Evidentemente, esto no será pura casualidad, sino el resultado de acciones anteriores, el resultado de una violencia que ella misma ha ejercido en la etapa de la Casa XII, cuando exteriorizaba sus sentimientos y ahora se la encuentra en la persona de enfrente. La sociedad será peligrosa para ella y deberá esforzarse en vivir desde la perspectiva del otro, identificándose con él, para que, arropado en su manto, ese otro le proteja contra ella misma.
Marte en Acuario
Aportará su fuerza a la interiorización del pensamiento, introduciendo en el Yo-intelectual la idea de rigor, de disciplina y ese ardor que hace que todo se vea bajo el prisma de la competición, como si se estuviera disputando un torneo.
La persona irá a la conquista de la verdad por caminos arduos, difíciles; será el gran trabajador intelectual, que a fuerza de números, cálculos, de operaciones, de rectificaciones y de correcciones, conseguirá obtener esa verdad, que será así una auténtica conquista tras abnegada labor.
Los malos aspectos harán que la persona busque la verdad a través de los errores y las dificultades, a través del mal. Entonces diremos: malas ideas, no en estadio inicial, como era el caso de la posición anterior, sino ideas con un perfil, una personalidad, que no son las adecuadas.
Si la persona se dedica a las máquinas, estas no funcionarán; si a la filosofía, su sistema filosófico será defectuoso. También puede producir agresividad contra sí misma, como en el caso de Marte en Escorpio, pero será una agresividad razonada, en la que se filtrará el humor, inherente a los procesos cerebrales.
Marte en Casa XI
Hará que las personas a las que les damos el título de amigo sean muy activas, indagadoras, rigurosas, que les guste la claridad expresiva: cuanto más claros más amigos, suele decirse y esos amigos, si no lo dicen por lo menos lo piensan. Amigos militares, policías, ejerciendo actividades peligrosas. Esos amigos y relaciones serán el motor que empujará a la persona al trabajo, ellos le aportarán soluciones laborales y la llevarán un poco a remolque. Ellos serán las herramientas con las que rectificar lo torcido que pueda haber en nuestra vida. En ellos encontraremos la fuerza de decisión para romper con nuestras perversidades e integrarnos a la ley.
Si Marte forma malos aspectos, nuestros amigos corresponderán a la naturaleza de un Marte corrompido y ellos serán quienes nos empujen hacia un mundo cada vez más perverso, hasta proporcionarnos esa visión del horror que nos induzca a pedir gracia y desencadenar así el mecanismo del perdón crístico.
Marte en Géminis
Prestará vigor a la expresión del pensamiento. Si en el estadio anterior producía un modo de pensar franco y leal, aquí lo manifiesta de esta forma. Dice lo que piensa, mal les pese a quienes le escuchan, de modo que si su intelecto está despierto, esta posición dará al polemista temido, a la persona que jamás se rinde en los torneos oratorios. Sus argumentos serán percutantes, irá al blanco como un disparo y más que la verdad que expresa, lo que impresionará será su fuerza, su sinceridad y convicción.
Su misión será llamar al orden, enunciar los males que van a venir, si no es respetada la Ley. Esta posición ha de dar excelentes predicadores y gentes que trabajan con el pensamiento para que el orden vuelva a la tierra.
Los malos aspectos darán lo que suele llamarse una lengua de víbora. En sus expresiones abundarán las palabrotas, las blasfemias, las obscenidades y utilizarán el pensamiento para tareas degradatorias. Con esta posición encontraremos pues a los calumniadores, difamadores, periodistas escandalosos, autores de panfletos, de anónimos.
Marte en Casa III
Liberará el pensamiento que la persona ha interiorizado para crear un espacio humano conforme a su naturaleza. Ese pensamiento humano estará habitado por personas en sintonía con Marte, de modo que nuestros hermanos en pensamiento y también en sangre, serán de naturaleza marciana, franca, fuerte, abnegada, siempre dispuestos a defenderse con argumentos cortantes como cuchillos.
La franqueza será la nota dominante en las relaciones humanas. El trabajo orientará a la persona hacia el dominio de las comunicaciones, el periodismo, la correspondencia, etc.
Los malos aspectos harán que la persona sea bruta en la forma de expresar su pensamiento; hará que esté convencida de que la solución está en la discusión, en la controversia, en la violencia y la guerra. Sus hermanos pueden ser agresivos, violentos y crueles.
Marte en la III dará un gran poder en la palabra, será la persona que convence por la energía que pone en lo que dice, más que por su discurso en sí. Facilidad para la venta.
Marte en Capricornio
Estará organizando la vida material e imprimiendo en ella ese pulso acelerado que lleva a todas las cosas. La astrología tradicional dice que Marte está exaltado en esta posición y el Árbol Cabalístico nos permite comprender lo que esto significa exactamente. Marte en Capricornio se encuentra por encima de su nivel normal (ya que Saturno, que rige Capricornio, está por encima de Marte), realizando funciones ordenadoras de la realidad material que no son las suyas y por lo tanto, creando valores que, no siendo los naturales, no son permanentes.
Gracias a su impulso la obra del mundo se acelerará, quemando etapas y la persona y la sociedad que soporta esta posición tendrá el sentimiento de que progresa. Pero este progreso será desequilibrado y contendrá el germen de su propio hundimiento, del mismo modo que la civilización de Caín se hundió.
Marte construirá con su hierro esos fabulosos rascacielos capaces de proyectar su sombra hasta el punto de privar las calles de sol; construirá las armas con que defenderse, los palacios deportivos en los que fortalecer el músculo, que Marte rige; construirá la civilización del miedo, en la que todos llevarán su pistola, como los buenos americanos.
Diremos pues que Marte en Capricornio propicia la eclosión del industrial, de quien esculpe materialmente ese ardor interno que produce Marte y que constituye la materia prima de la ambición. Gracias a los materiales de Capricornio puede dar forma a sus ambiciones, a sus deseos internos, a lo que constituye su amor propio, puesto que Marte rige Escorpio.
Lo que Marte representa en una carta, es decir, las Casas que domina, esas serán esculpidas materialmente con esta posición.
Si ya con buenos aspectos el trabajo de Marte se expresa con vigor, al disponer de los efectivos materiales, con malos aspectos esta posición ha de dar al auténtico constructor de guerras. Será la persona que da cuerpo al conflicto, quien lo produce y lo anima. Será pues conveniente orientar a esa persona hacia profesiones guerreras, ya que en ellas encontrará un marco social coherente con su dinámica interior.
En cambio, si permanece en la oposición, al margen de la organización social, será el permanente portador de conflictos en el trabajo y se las ingeniará de manera que puedan estallar a su alrededor pequeñas o grandes guerras. Es decir, dispondrá de los medios materiales de Capricornio para producir esas guerras –de ahí que sea un elemento peligroso–. Dispondrá fácilmente de armas, sabrá dónde procurárselas.
Como representante de Escorpio, querrá proyectar la personalidad emotiva en el medio material, haciendo que las cosas sean a la imagen y semejanza del Yo-emotivo y entonces toda la organización material estará supeditada a su ambición, a lo que considera su triunfo.
Marte en Casa X
Lleva a la persona a exteriorizar la dinámica que este planeta representa, de manera que su vida material tendrá un claro matiz marciano. Se trata de un Marte maduro, que ha prestado su fuerza de trabajo a la consolidación del Designio divino, a la estructuración de la personalidad sentimental, que ha combatido con las ideas y que ahora organiza en el terreno práctico la vida.
Sería preciso disponer del historial akásico de la persona para poder trazar ese perfil planetario, ya que será muy distinta la influencia de Marte en la Casa X si la persona es evolucionada, si tiene pocas deudas a liquidar o si, por el contrario, se trata de un Marte poco trabajado.
En lo positivo, Marte establecerá en firme un propósito elevado, ese mismo propósito que ha estado defendiendo a través de los sentimientos y de las ideas, con todo el entusiasmo de que es capaz.
Pero si el propósito es banal, si el objetivo es mediocre, Marte desplegará su lado negativo y lo que materializará la persona será su agresividad.
Marte en Casa X es la posición que los estadistas han encontrado con mayor frecuencia en temas militares y más que la posición en Capricornio, expresa aquí la dinámica de la violencia, ya que, en el signo, la persona ejerce una violencia sobre los materiales constructivos que vienen del zodíaco y edifica lo violento, pero en la Casa, es la Tierra que hay en él la que le da una forma violenta. En el signo, puede edificar torres de Pisa, casas torcidas o auténticos polvorines; en la Casa es su propia naturaleza que es un polvorín. Diremos pues: violencia instituida, violencia como objetivo.
Con buenos aspectos, Marte ha de conducir a la victoria. Con malos aspectos, si la persona es militar, será la figura del gran derrotado, alguien ideal para perder con él una guerra. Si no es militar, será el querellador nato, el camorrista que pierde.
De un modo u otro esta posición anuncia una persona de combate, que suscita la aparición de un ejército tras de sí. En signos de Tierra, el combate será físico; en signos de Aire, intelectual; en signos de Agua, sentimental y en signos de Fuego, esencial, será el combate por los principios.
Un Marte en la X también puede dar al padre o al jefe enérgico, que imprime su criterio, que dirige a sus hijos con criterio militar. Fuerza en el trabajo o trabajar en una profesión que requiere fuerza, energía. Puede destacar en un deporte, en una hazaña.
Marte en Tauro
Asociará la plenitud material que representa el signo con el trabajo humano que representa el planeta indicando que la persona tiene que violentar la naturaleza para extraer de ella la riqueza que contiene. Se trata, claro está, de su naturaleza interior, pero si no realiza el trabajo sobre sí, si no sabe extraer de sus entrañas toda la belleza que contienen, entonces el trabajo se escenificará sobre el cuerpo de la tierra y la persona se ocupará de poner de relieve todos los tesoros naturales.
Esta dinámica puede conducirle, según su posición en el mundo, a ser el extractor de diamantes, el buscador de perlas, el minero; o el jardinero, el horticultor. O quien trabaja con los símbolos de la riqueza: el dinero.
Los malos aspectos inclinarán a la persona a traficar con todo lo que significa lujo, placeres, dinero.
Marte en Casa II
Indicará que el escenario de los cobros será uno de los más activos: el mundo le dará todo el dinero que le debe por pasadas actuaciones. Tendremos así la figura del rentista, del banquero o del agente de bolsa.
También puede dar a la persona que trabaja intensamente para ganarse el dinero, para ampliar sus valores o para que le valoren.
Los malos aspectos pueden convertir esa actividad en mera pantomima y la persona puede ser el cajero de una empresa que pasará toda la vida cobrando un dinero que no es suyo.
Por otra parte, la apetencia desmesurada por el dinero puede convertirle en un ladrón.
Marte en la II también puede llevar a la persona a ganar dinero a través de una actividad energética, de un deporte, de ser militar o policía, a través de actividades que requieren de fuerza, de energía.
Marte en Virgo
Estará activando la salida de las experiencias materiales o sea, trabajando en el derribo de un mundo que ya ha dado de sí todo lo que podía dar. La persona puede ser el obrero de una empresa de demoliciones, un comerciante en chatarra, un especialista en objetos de segunda o tercera mano, anticuario. O trabajar en geriátricos, para personas mayores, en la planta de terminales de un hospital.
Pero ese trabajo es en su interior que debe ser realizado, o sea, debe derribar en ella un mundo caduco para dejar el sitio libre a las corrientes renovadoras. Será en la medida que ese trabajo interno no sea llevado a cabo, que se verá obligada a poner manos a la obra y realizarlo externamente.
Los malos aspectos incrementarán el afán de derribar y la idea de demolición prevalecerá a la necesidad de hacerlo, de modo que, si no se le impide, muy bien puede demoler edificios plenamente actuales y vigentes. Pero si los malos aspectos proceden de planetas conservadores, Saturno o Mercurio, el resultado será que no derriba lo que debe serlo inevitablemente, conservando los edificios en estado de ruina y creando con ello el peligro de que se caigan por sí mismos sepultando a sus moradores.
Los derribos pueden ser figurados, no expresarse en términos físicos, sino en términos morales, filosóficos, científicos. Esta posición dará el liquidador nato, el que trabaja duro, si es preciso mediante una guerra, para que el pasado sea definitivamente el pasado y sobre el espacio que ocupaba pueda edificarse el porvenir.
Marte en Casa VI
Desplegará su actividad en el dominio de los servicios. La persona deberá liquidar una serie de deudas contraídas en pasadas actuaciones y no le quedará más remedio que pagar. Deberá pues trabajar activamente y de una manera obligada, puesto que se trata de llevar a cabo aquello a lo cual se ha negado anteriormente.
Esta posición puede dar una vida de agobio, si no es comprendida por la persona, puesto que sus ambiciones le llevarán a otros escenarios, a los que no podrá ir porque se encontrará movilizada por ese servicio obligatorio. Un servicio que a lo mejor trata de rehuir una vez más, como ya lo ha hecho anteriormente y solo conseguirá que la obligación se exprese con mayor fuerza.
En personas evolucionadas, esta posición puede indicar una vida entregada al servicio superior, en la que pondrá a la disposición del prójimo todos los recursos adquiridos en sus pasadas experiencias.
En personas de nivel mediano, este puede ser un servicio militar o un servicio civil en los bomberos, la cruz roja, la policía. Pero si Marte en la Casa X da vocación por lo militar, en la Casa VI se tratará de una obligación de la que no ha podido liberarse y servirá en bajas graduaciones.
Los malos aspectos acentuarán lo fatídico de estos servicios y se tratará de servicios difíciles, arriesgados, en los que la propia vida se pone en peligro. Con Saturno y Mercurio mal aspectados: negación de servicios, inhibición ante la tarea ineludible, malos servicios; servicios que propician conflictos mayores.
Un Marte en la VI puede dar un extremo vigor, mucha energía a nivel de salud o todo lo contrario, pequeños o grandes malestares que acompañan a la persona. También servicios heroicos, en condiciones difíciles.
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