Introducción a los signos de Aire
Hemos dejado atrás a los signos de Agua, representantes de las emociones y ahora vamos a entrar en un terreno nuevo, el del pensamiento. Son los signos que permiten racionalizar las cosas, conversar, analizar y deducir. La chispa del Fuego es la que lo pone todo en marcha. Después se le acompaña de una emoción que anime el tema. Luego hará falta la reflexión que ayude a asentar esa chispa.
El Elemento Aire es mucho más controlable, más llevadero, las cosas ya pueden hablarse. De ahí aquello de que hablando se entiende la gente.
En el caso de los signos de Aire, la clave estará en aportar las razones lógicas que ayuden a llegar a acuerdos y a ver la vida desde una atalaya razonable. Lo que piense el otro importa.
Recuerda que la Astrología Cabalística toma como base la reencarnación. Esto implica que estamos en una corriente evolutiva, que vamos pasando por distintas etapas que nos procuran nuevos conocimientos. En este curso ya hemos transitado por las seis primeras etapas, Aries, Leo y Sagitario, Cáncer, Escorpio y Piscis.
La idea que transmite de la Cábala es que todos vamos pasando por cada una de las etapas, lo cual convierte la aventura de la vida en algo justo, dirigido a evolucionar. Es importante comprender que nos movemos en un universo que se basa en los cuatro Elementos. Así que el tránsito que estoy describiendo, es algo que sucede todos los días en nuestra vida. En cualquier proyecto pasamos del impulso inicial y la fogosidad del Fuego, al deseo y el amor del Agua, para luego cuestionarnos el tema en el Aire y finalmente darle forma física en la Tierra.
Ahora, después de haber superado la fase de Agua, toca un cambio radical de paisaje. Entramos en las tierras del Aire y allí vamos a usar unas herramientas distintas.
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