HOCHMAH, la suerte de tu lado
Hochmah es el segundo Séfira del Árbol, pertenece a la columna de la derecha y su atributo principal es la providencia divina, lo que comúnmente llamamos Suerte. Si Kether-Voluntad era el Padre, Hochmah se identifica con el Hijo, es su obra, el heredero de sus virtudes, el centro crístico por excelencia. De Hochmah proceden las energías que permiten a los enfermos sanar, es de alguna manera el botiquín del universo.
La voluntad de Kether es pura energía y necesita de un receptáculo para poder expresarse antes de ser derramada al exterior. Esta condensación de la fuerza divina produce el amor-comprensión, y tiene como efecto una iluminación interior.
El esquema del Árbol de la Vida permite comprender la creación del universo y, además, describe los mecanismos de nuestra existencia diaria. Todos los Sefirot actúan en el organismo de una forma específica. A nivel práctico, cuando movemos nuestra voluntad con vista a un objetivo cualquiera, estamos activando nuestro Kether, y al hacerlo, movemos de forma automática el mecanismo del Séfira siguiente (como en un sistema de vasos comunicantes), Hochmah, que se ocupará de que se vayan formando las circunstancias idóneas -es decir, ayuda divina- para que el propósito ideado por nuestra voluntad-Kether llegue un día a ser realidad. El problema que a menudo se nos plantea es que al no ser conscientes de ese mecanismo, la suerte pasa por tu lado sin que te enteres.
Recuerdo la historia que me explicó mi padre sobre un hombre que cogió un taxi para atrasar hace aeropuerto y tomar un avión. Por el camino el taxi se paró a pelearse con el conductor de otro coche e incluso vino la policía. El resultado fue que ese hombre perdió su avión. Esa noche se la pasó pensando en cómo denunciar al taxista. Al día siguiente, a leer el periódico, encontró en primera página el accidente de avión que se había producido la noche anterior. Era su avión.
En este caso, podemos ver como las circunstancias ayudaron a ese hombre a ser consciente de la suerte que tuvo con ese taxista, que le salvó la vida. Pero infinidad de veces, esa información se nos escapa, por falta de fe, de paciencia, de conocimiento o simplemente porque te has dejado absorber por el «piensa mal y acertarás».
En este punto del árbol, todavía estás trabajando con elementos intangibles, pero eso no significa que sean menos reales que si los pudieras tocar.
Se trata pues de enfocar tu vida desde un punto de vista distinto y cuando pierdes el autobús, el tren, alguien llega tarde a tu cita, cuando la vida te contraría en algo, en lugar de enfadarte, te pares a pensar cuál es la suerte que entraña esta situación.
De este esquema se desprende una idea bien clara: si los ejes de nuestra voluntad chirrían, si les falta engrase porque la movemos poco, tampoco se movilizará la ayuda divina, la suerte. Y este razonamiento puede llevarnos a un sinfín de conclusiones. Hochmah representa, en un proyecto, la suerte, la ayuda divina.
Los centros uno y dos no están asociados a ningún signo del zodíaco, porque su vibración resulta muy elevada. Y al mismo tiempo están igual de activos para todo el mundo. Cuando piensas que una persona tiene más suerte que tú, es porque ha movido más su voluntad. La suerte, como todo, es algo que debe plantarse.
¿Te sientes una persona afortunada?
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