El zodíaco según la Cábala
El Zodíaco es el primero de los elementos que estudia la astrología. Está formado por doce figuras que constituyen las doce fuerzas primordiales. Es la madre que ha dado su sustancia para la formación de nuestro sistema solar, del mismo modo que la madre física da su sustancia al bebé para que se forme.
Nos cuenta la Cábala que, al iniciar su Creación, cada uno de los dioses creadores de las distintas galaxias delimitó un espacio. Decir los distintos dioses es como decir los distintos arquitectos. En lo que a la Vía Láctea se refiere, ese límite esférico es conocido con el nombre de Zodíaco.
Tomando el paralelismo entre que lo de “arriba es igual a lo de abajo”, como los dioses, nosotros también hemos delimitado esos espacios en nuestras vidas y tenemos doce sectores en los que desarrollamos nuestra actividad, que detallaremos cuando hablemos de las Casas.
Retomemos el zodíaco. Está formado por doce categorías de seres espirituales, doce energías de un tipo determinado, que se conocen con el nombre de: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
En cada uno de estos signos, de estas potencias de ser, residen entidades espirituales, energías que en un periodo anterior de evolución ya habían adquirido poderes creadores y que al comenzar la formación de nuestra galaxia, entregaron su esencia, es decir, la materia prima necesaria para que con ella Dios (el arquitecto) pudiera realizar su obra. Dicho de otra forma, se trata de seres que ya pasaron por la universidad de la vida y ya estaban dispuestos a facilitar su experiencia en un trabajo práctico.
Volviendo al paralelismo entre arriba y abajo diremos que el ser humano, al igual que la galaxia, está formado con esas energías, conserva una parte de su esencia, de sus características. Estamos formados con la energía de los doce signos. De ahí proviene el sentido de aquella frase que dice que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, lo cual significa que si nuestro Dios usó el zodíaco para montar su tinglado, nosotros también lo tenemos que usar para montar el nuestro. Esta es la razón por la cual los signos tienen tanta influencia en nuestras vidas, porque son energías que están vivas en nosotros. Y en la medida que seamos capaces de conocerlas, de comprenderlas y de trabajarlas, nuestra vida mejorará sustancialmente, porque dirigiremos nuestras acciones, seremos los capitanes de nuestra realidad.
Si estamos hechos de la esencia zodiacal, es normal que la Astrología pueda prever la dinámica de nuestro comportamiento.
Cada ser humano ha nacido bajo la influencia de una energía que viene determinada por su signo astrológico, que es aquel donde está su Sol de nacimiento y que marcará el potencial que le toca desarrollar, lo que llamamos el objetivo de vida.
Que una persona sea Escorpio, por ejemplo, significa que el Sol, en su trayectoria orbital, pasaba el día en que nació por el signo de Escorpio. El Sol es el astro rey de nuestro universo (arriba) y en el ámbito particular (abajo) también guarda una importancia primordial, ya que marca el objetivo de vida de una persona.
Según tu fecha de nacimiento, tu signo será el siguiente:
Aries.- del 21 de marzo al 20 de abril (aproximadamente)
Tauro.- del 21 de abril al 20 de mayo (aproximadamente)
Géminis.- del 21 de mayo al 21 de junio (aproximadamente)
Cáncer.- del 22 de junio al 22 de julio (aproximadamente)
Leo.- del 23 de julio al 23 de agosto (aproximadamente)
Virgo.- del 24 de agosto al 23 de septiembre (aproximadamente)
Libra.- del 24 de septiembre al 23 de octubre (aproximadamente)
Escorpio.- del 24 de octubre al 22 de noviembre (aproximadamente)
Sagitario.- del 23 de noviembre al 21 de diciembre (aproximadamente)
Capricornio.- del 22 de diciembre al 20 de enero (aproximadamente)
Acuario.- del 21 de enero al 19 de febrero (aproximadamente)
Piscis.- del 20 de febrero al 20 de marzo (aproximadamente)
Nota: he puesto entre paréntesis la palabra aproximadamente, porque tenemos 360 grados en el zodíaco, a repartir entre 365 días que tiene el año. Esto hará que la entrada del Sol en los signos varíe cada año. Por ejemplo, en el momento de escribir estas líneas, en 2021, el Sol ha entrado en Aries el 20 de marzo a las 9,39 hora solar y no el 21. Esto quiere decir que todas las personas nacidas en el límite de la fecha marcada por un signo, deberán averiguar a qué signo pertenecen levantando su carta astral.
Todo tiene su razón de ser, aunque muchas cosas se escapan a nuestra comprensión. Cada signo encierra una esencia determinada, una cultura, un aprendizaje que el ser humano ha de asimilar. El universo está formado con la materia de los doce signos, lo mismo que el ser humano, pero cada persona debe trabajar, con más dedicación, unas esencias que vienen marcadas por la posición de las fuerzas planetarias en el momento de su nacimiento.
Si volvemos al ejemplo, la esencia principal de Escorpio es el amor propio y por lo tanto, el aprendizaje preferente de alguien nacido bajo ese signo consiste en aprender a quererse como plataforma para ejercitar el amor hacia los demás. Una mala comprensión del tema puede llevarnos a etiquetarlo como egoísmo, pero el amor bien entendido empieza por uno mismo. Aprender a quererse, a aceptarse tal y como se es, representa el primer paso para que se abran las puertas de la relación con los demás para alguien que ha nacido bajo el signo de Escorpio. Pero como todos tenemos energía de todos los signos, deberemos ver en qué Casa nos cae Escorpio para saber qué parte de nuestra personalidad necesita amarse más.
La Astrología Cabalística te ayuda a comprender y a dejar de juzgar, de colgar etiquetas a cada uno de los signos y por ende a las personas.
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