El Sol y el Ascendente
En la Astrología convencional, el significado del Sol y del Ascendente en un Horóscopo no suele quedar claramente delimitado. La Astrología Cabalística nos permitirá definir sin lugar a dudas el papel que juegan cada uno, gracias al aporte de la Cábala.
En el Árbol Cabalístico vemos como Tiphereth-Sol, el Séfira seis, se encuentra en el Centro, mientras que Malkuth-Ascendente, el Séfira diez, se sitúa en el extremo inferior.
Nos cuenta la Cábala que el Ego Superior, el jefe interno, actúa a través de Tiphereth-Sol, que constituye el centro de nuestra conciencia, de modo que cuando nuestro Jefe interno decide realizar una determinada experiencia física, de acuerdo con los Ángeles del destino, sitúa el Sol en un determinado punto del zodíaco. Entonces esa experiencia se realizará por dentro, y desde el interior de la conciencia se irá abriendo paso hacia el exterior, hacia abajo, o sea, hacia Malkuth.
El objetivo del Jefe es el de conseguir desarrollar un determinado programa de trabajo y para ello, necesita que el comportamiento exterior de la persona sea conforme al impulso que le viene desde el interior. Pero su contrapartida material, es decir, el Yo físico, viene al mundo con una seria de hábitos heredados (karma) de la existencia anterior. Estos hábitos y tendencias heredades están indicadas por la posición del Ascendente y el resto de las Casas Terrestres atadas a ese Ascendente.
O sea, Malkuth-Ascendente representa la personalidad arcaica, la heredada de otra vida, la que actúa según las normas que le fueron inculcadas anteriormente, obedeciendo a un programa que en una vida pasada empezó por dentro, en nuestra conciencia, pero como no se terminó a tiempo, ahora, al iniciarse la nueva vida, ha llegado a las capas exteriores de la personalidad para que podamos terminarla.
Existe pues un desfase entre la dirección impuesta por el Sol (que marca el nuevo proyecto de vida) y la dinámica del Ascendente (que marca el final de un proyecto de una vida anterior) y salvo que Sol y Ascendente se encuentren en el mismo signo, este último estará actuando de acuerdo con un viejo programa, mientras el Sol promueve nuevas experiencias.
El objetivo del Sol es obtener la obediencia del Ascendente, de manera que el comportamiento exterior, que depende del Ascendente, sea el reflejo del interior, promovido por el Sol.
La buena o mala relación entre ambos nos indicará el grado de facilidad o dificultad con el que va a encontrarse el Ego Superior, el Jefe, para conseguir el dominio de su vehículo material.
El Sol en oposición (a 180 grados) o en cuadratura (a 90 grados) con el Ascendente, indicará que el programa del Ego Superior, en la presente vida, por su naturaleza, está muy alejado del programa desarrollado en una existencia anterior. Resultará entonces que los hábitos y patrones heredados por la persona tenderán a ser contrarios a los exigidos por el nuevo programa y se producirán altercados entre el centro de la conciencia de la persona, Sol y el centro temperamental que ostenta el poder en lo que se refiere al comportamiento externo, o sea, el Ascendente. Pongamos un ejemplo. Si tienes el Sol a 12 grados de Aries y el Ascendente a 12 de Cáncer, estarán en cuadratura y como has podido ver en los módulos de los signos, los programas de estos dos signos son muy diferentes. El Agua de Cáncer intentará apagar el Fuego de Aries. Lo importante es comprender que esto se producirá en la misma persona, así que el conflicto interno será evidente.
A la larga, el Sol debería salir vencedor, puesto que el Ascendente no es más que su contrapartida física, pero cuando ambos forman malos aspectos, la lucha del Sol por doblegar a su personalidad material puede durar toda la vida.
Parece razonable preguntarse por qué esa lucha ha de tener lugar y si no sería más inteligente que el nuevo programa del Sol fuera la continuación lógica del anterior. Pero, ciertamente, en el actual estadio evolutivo, las cosas no pueden hacerse aún razonablemente, puesto que el Cuerpo de Deseos impone su dinámica, en la que no hay lógica alguna.
Cuando el Sol y el Ascendente están en el mismo Elemento, ello indica que el nuevo programa tiene numerosas similitudes con el anterior y que el conjunto de tendencias heredadas serán favorables a los nuevos proyectos del Ego Superior, de modo que no le costará demasiado esfuerzo conseguir que el comportamiento externo de la personalidad material sea el fiel reflejo de su programa interno.
Imagina que eres gerente de una empresa y que tienes un vendedor que debe vender tu producto. Lo ideal es que reméis en la misma dirección, que el empleado siga las directrices de venta de su gerente, de lo contrario la venta se hará más difícil.
Si el Sol consigue el control en el curso de una vida, en la siguiente, Sol y Ascendente aparecerán en el mismo signo, de modo que cuando en una Carta Astral encontramos tal posición, ello indica que la personalidad material está a las órdenes de su jefe interno.
En resumen, debemos acabar de cumplir el programa del Ascendente, desarrollar lo mejor posible sus cualidades y al mismo tiempo, acercarnos cada día más al programa del Sol.
A continuación voy a abordar el estudio de las Casas Terrestres y te facilitaré claves para interpretar cada una de ellas en cada signo. Pero piensa que se trata de un trabajo que tú deberás continuar. Así que cuando veas una clave, puedes buscar un sinónimo para ampliar el significado de esa Casa. O un antónimo para ver qué puede dar con malos aspectos.
También es importante comprender que el estudio de la Astrología Cabalística es un trabajo de asimilación paulatina, así que no te extrañe si no lo comprendes todo a la primera lectura, date tiempo y realiza varias lecturas de los temas que no te entren a la primera.
Tampoco es bueno que dogmatices o leas los contenidos de forma absolutista, porque tu carta astral debes leerla en su conjunto, con todos los elementos en la mano. No será lo mismo tener tres planetas en una Casa, que no tener ninguno.
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