La Seguridad. Parte 2
[box style=»rounded» border=»full»]Esta actividad está dividida en tres partes y ésta es la segunda. Si no leíste la primera, aquí la tienes.[/box]
Conecta con tu seguridad interna
Es importante que tengamos una constante en nuestra vida, algo que esté dentro nuestro y sepamos que tenemos para acudir a ella en los momentos más oscuros. ¿Puedes imaginar la gran diferencia que hay entre sentir que eres capaz de hacer lo que te propongas y de encontrar la forma de tirar hacia adelante o no sentirlo? Construir una seguridad interna hará que tu autoestima se refuerce y creas más en ti.
En el ejercicio anterior confeccionaste una lista sobre los factores que te dan seguridad en tu vida y descubriste si te decantabas más por los internos o por los externos. Esta actividad servirá para que aprendas estrategias para potenciar tu seguridad interna. Empecemos.
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- Trátate con respeto, es decir, cuando algo te salga mal o no sepas una información, no te machaques y entiende que nadie es perfecto y que no tienes por qué saberlo todo. No nacemos enseñados, así que concédete un margen de error y trabaja para corregir los fallos.
- Felicítate cuando hagas algo bien. El refuerzo positivo es esencial para gozar de una buena seguridad interna. Debes valorar tus capacidades y darte la enhorabuena por tus logros y pequeñas o grandes victorias. Una buena manera de darte cuenta de todo lo que llevas a cabo de forma satisfactoria durante el día es imprimir un calendario y poner estrellitas cada vez que hagas algo bien. Puede sonarte un poco infantil, pero a veces no somos capaces de valorar nuestro buen desempeño y esta actividad resulta muy útil porque es muy visual. Aquí tienes un ejemplo:
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- Practica con frecuencia actividades que te gusten. Normalmente, cuando realizas alguna actividad que te gusta, la llevas a cabo de una forma positiva y disfrutas con ello. Cuanto más repitas este tipo de conducta, más satisfacción tendrás y tu seguridad incrementará porque sentirás que lo estás haciendo bien.
- Encuentra el lado positivo de las cosas. A lo largo del día, nos ocurren infinidad de acontecimientos y quizás no todos son de nuestro agrado, pero es importante encontrar un aprendizaje significativo de aquello que nos sucede, sobre todo lo «malo». Si logramos discernir aquella parte que nos servirá para mejorar, estaremos ganando en autoconfianza porque entenderemos que la próxima vez podremos actuar de una forma distinta debido a la información obtenida hoy.
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Es momento de que pongas en práctica estos sencillos pero importantes ejercicios y en la última parte de esta serie, te contaré cómo usar tu seguridad como fuente de información.
¡Apasiónate, vive, cambia!
Silvia Llop, psicóloga (colegiada núm. 20495)
La seguridad como fuente de información dice
[…] Esta actividad está dividida en tres partes y ésta es la tercera. Aquí tienes la primera parte y aquí la segunda. […]