La seguridad. Parte 1

[box style=»rounded» border=»full»]Esta actividad estará dividida en tres partes. Aquí tienes la primera.[/box]

¿Dónde está tu seguridad?

La seguridad es un concepto difícil de definir. La Real Academia Española lo equipara a «certeza: conocimiento seguro y claro de algo». El problema es que nuestra seguridad a menudo viene delimitada por acontecimientos externos que son poco controlables y nunca podrán ser ciertos al 100%.

Existen dos tipos de seguridad: la interna, que depende de ti mismo y la externa, que depende de lo que te sucede.

Las tres principales fuentes de seguridad externa son:

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• La economía, es decir, tener un trabajo fijo y un sueldo estable.
• El amor: tener una pareja con la que compartir experiencias y emociones (y también la economía).
• La salud: sentirse bien, no estar enfermo.

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Si te riges por la seguridad externa, cuando uno de los ámbitos que la conforman se quiebra, repercute en los demás y todo se tambalea.

La seguridad interna, en cambio, es un atributo personal, no dependiente de lo que suceda en el exterior y que viene nutrido por una autoestima alta. Puede pasar por momentos de flaqueza, pero si se tiene, es muy difícil que se destruya por completo. Si no se tiene, es posible adquirirla.

El ejercicio que te propongo es el siguiente. Para empezar, deberás confeccionar una lista de los factores que crees que te aportan seguridad. Por ejemplo: tener un empleo fijo, sentirme feliz con lo que hago, que mis hijos estén bien… El siguiente paso será escribir al lado de cada factor si es externo o interno.

La primera parte de esta serie en la que trabajarás tu seguridad sirve para que tomes consciencia del punto en que te encuentras en estos momentos. Trata de responder con sinceridad y no te preocupes si tu seguridad es más externa que interna porque la próxima actividad irá precisamente destinada a trabajar tu seguridad interna.

¡Apasiónate, vive, cambia!

Silvia Llop, psicóloga (colegiada núm. 20495)