La independencia de verdad
Empezó a preocuparse de verdad el día en que descubrió que la esperanza huía en retirada, cuando sus padres, con aire serio, molesto, casi furibundo, la invitaron a resignarse con lo que tenía. – La vida es así, hija mía, Dios reparte las cartas y debes aceptar las que te han tocado. Algo en su interior se rebeló y a partir de ese preciso instante empezó a soñar con la independencia.
Cuando la conocí, Agustina era todo menos resignada. Hija, esposa y madre, arrastraba una vida complicada, capeando con mayor o menor destreza un temporal que a ratos arreciaba con fuerza. Aun recuerdo el brillo de sus ojos cuando le expliqué que ella era la guionista de su propia obra. – Por fin, Dios, llevo tanto tiempo esperando que alguien me diga que la vida es algo más, que puedo cambiar de cartas.
Si tuviera que definir a Agustina, diría que es una mujer que ha estado luchando siempre por su independencia.
El primer acto de su revolución lo escenificó buscando un hombre como trampolín para marcharse de casa de sus padres. Y lo consiguió. Pero después de casada se dio cuenta que había cambiado un yugo por otro. Un año y medio después llegaba Teo, con pañales, biberones y desvelos. Cuando todo señalaba que podría relajarse un poco, se apuntó a la fiesta Ana. Más cuidados, más mimos, más desvelos. Aparcó su trabajo unos años, lo cual coartó todavía más su independencia, a sus ojos.
Cuando nos conocimos, a Agustina le estaban sonando las alarmas, tenía la impresión que se le estaba pasando el arroz, cada vez veía más lejos la posibilidad de alcanzar su independencia. Para ella era como si fuera un galgo que persigue la liebre artificial en un circuito.
El problema de Agustina es tristemente común, buscamos fuera algo que no hemos consolidado dentro, lo cual se convierte en una quimera. Es imposible que tu cuerpo asimile el hierro si no tiene hierro.
Para alcanzar una independencia externa, es preciso que primero se haya formado en nuestro interior, dado que las circunstancias que vivimos vienen a ser casi siempre un reflejo de lo que sucede de puertas hacia dentro.
Ser independiente significa, en cierto modo, ser autosuficiente, lo cual entraña, sí o sí, disponer de una carga media de autoestima. A este precioso carburante lo llamo la gasolina del alma. Sin él nos resulta imposible avanzar por la vida con garantías de éxito. Sin autoestima tendremos tendencia a dejaros arrastrar por el jefe, por los amigos, por el gurú de turno, por las circunstancias, por la sociedad.
En el momento de escribir este artículo, la independencia está en boca de mucha gente, lo cual significa que en la sociedad se ha generado una necesidad de empezar a dejar de echar la culpa de todo al de fuera, al maestro armero.
Es tiempo de tomar las riendas de tu vida, porque eso es lo que representa la independencia, tomar decisiones sabiendo que cada movimiento que realices en el presente, marcará tu futuro. Si, por ejemplo, te dedicas a insultar al prójimo porque no piensa como tú, en el futuro te encontrarás con alguien que te insulta, sin siquiera conocerte.
Reza el dicho: cuando veas la barba de tu vecino recortar, pon la tuya a remojar. Así que pregúntate: ¿tienes independencia en algún área de tu vida? ¿Manejas tu realidad o tienes la sensación de ser un títere en el guiñol de la vida? Si así fuera, recuerda que puedes ser dueño de tu realidad en cuanto lo decidas.
¡Apasiónate, Vive, Cambia!
Tristán Llop
Glòria. Aguirán Matheu. dice
Que autentico. Uns buena y sabia reflexión.
Moltes gràcies per tot.
Una forta abrasada familia Llop Pustic.
beni dice
me parece muy interesante . la independencia empieza en uno mismo.
Dolors Martinez dice
Hola Tristan ! La historia que cuentas es parecida a la mia , llegó un punto que no sabia quien era realmente , siempre sumisa a mi familia y a los demás , despues de 30 años de convivencia , he decidido liberarme de todas las ataduras , para por fin ser yo misma y ser feliz y dejar de ser sumisa , los hijos mayores , con problemas con ellos y un marido acomodado en su jubilación temprana . Asi que decidí no formar parte del resto de mueble de la casa , ya sin ilusiones , son apoyos y son amor si quiera de amigos con mi pareja , con lo cual he decidido romper con todo y aun ami edad (53 ) tengo muchas ganas de seguir aprendiendo , disfrutar de la vida , de seguir soñando . Pues me siento llena de vida , asi que ya tengo el divorcio esta en marcha ….. todavia tengo mucha vida ! Gracias por este pots , Namasté !! ♡♡♡