¿Eliges a tus amigos?

«Los amigos son la familia que tú eliges«. Es una frase que, como yo, habrás leído infinidad de veces y que refleja una idea romanticista de la amistad que no siempre se ajusta a la realidad.

Días atrás, un amigo despotricaba de una amistad cercana y llegó un momento en el que le pregunté por qué eran amigos, ya que con todo lo que me estaba contando, no me parecía que quisiera tener a esa persona en su vida. Él se quedó sorprendido y me contestó que hacía mucho tiempo que se conocían y habían vivido muchas cosas juntos.

Eso me llevó a cuestionarme con qué frecuencia elegimos a los amigos y a echar la vista atrás y recordar todas esas relaciones de amistad que he intentado enganchar con pegamento a lo largo de los años, con el ferviente deseo de que aguantaran, de que revivieran, de volver a sentir lo mismo que al principio. Lo conseguí con algunas por meses o por años, justificando los malos momentos y los sentimientos negativos que me producían, pero al final se desvanecieron, simplemente porque ese era su destino.

Las mayoría de nuestras relaciones no son eternas por el simple hecho de que dos personas no tienen el mismo crecimiento personal. Lo habitual es que llegue un momento en que los caminos se separen por causas naturales y es en ese preciso momento cuando recordamos que hace años elegimos a esa persona para estar en nuestra vida y queremos retenerla porque fuimos felices con ella. Pero la amistad, así como el amor, no debería ser el producto de una sola elección, sino de muchas.

Tú eres la persona más importante de tu vida y te mereces lo mejor. Si tienes amistades que te transmiten negatividad, te menosprecian, sacan tus peores cualidades o desaparecen cuando más las necesitas, quizá es hora de tomar una decisión, de cambiar tu elección.

No te rodees de gente a la que escogiste una vez hace muchos años, sólo porque sean relaciones longevas. Relaciónate con personas a las que elijas todos los días.