El misterio de la personalidad
El misterio de la personalidad muestra que estamos formados por distintas tendencias y no todas ellas tienen el mismo grado de evolución. Kabaleb nos lo describe de una forma clara y práctica.
Nos escriben a menudo personas que se quejan de la maldad de su prójimo, de su falta de sensibilidad, de sus pocos escrúpulos. «¿A qué se debe, dicen, que siendo nosotros tan espiritualistas, nos veamos defraudados por gentes a las que atribuimos intenciones puras y que luego vemos como nos habíamos equivocado? Creíamos que el mundo era hermoso y ahora nos damos cuenta de que no lo es».
Esto nos lleva a considerar el misterio de la personalidad. Todos estamos formados de múltiples tendencias. No somos de una pieza y en nuestra psique, tan pronto es una fuerza la que domina, como la de signo contrario la que ejerce. De algunas de esas tendencias somos perfectamente conscientes y nuestra alma se identifica con ellas, de modo que podemos decir: «Yo soy así». Pero otras escapan al control de nuestra consciencia y cuando esas tendencias inconscientes se encuentran en el poder, en el control, nos llevan a realizar actos, a trabar relaciones, a pronunciar palabras que no corresponden a la idea que tenemos de nosotros mismos.
Presentado de otro modo, no todas las partes que componen nuestro Yo han evolucionado a igual ritmo y mientras en ciertos aspectos somos más evolucionados, en otros nos encontramos en estado de subdesarrollo.
Si atendemos a las enseñanzas de la cábala (o kabbalah), nuestro desarrollo tiene lugar en tres escenarios. La ópera magna de nuestra vida está protagonizada por el Cuerpo Físico (junto al Etérico), el Cuerpo de Deseos y el Cuerpo Mental. Cada uno de esos tres cuerpos vive experiencias que le son propias, el primero de tipo físico, el segundo de tipo emocional y el tercero de tipo intelectual. El ritmo de crecimiento de esos tres cuerpos es desigual. El obrero manual evolucionará muy rápidamente en el aspecto físico. El compositor de canciones de amor es lógico que trabaje las emociones. Y el profesor de filosofía evolucionará más en la parte intelectual.
Si penetramos en los dominios de la astrología cabalística o astrocábala, a través de la carta astral de la persona podemos ver el estado de desarrollo de esos tres cuerpos por la posición del Ascendente, de la Luna y del Sol. El Ascendente nos informará del nivel de experiencias físicas; la Luna sobre el nivel de experiencias emocionales y el Sol sobre el estado, nivel, mental.
La Luna es al mismo tiempo la representante de al mujer, mientras que el Sol es el del hombre. Ello hace que la mujer se identifique con los aspectos que forma Luna en su tema, mientras que su personalidad masculina, interiorizada, permanecerá inconsciente y actuará en su vida a través del hombre que elegirá. Para el hombre, lo contrario también será cierto.
Supongamos ahora que en la carta astral de una mujer la Luna forma aspectos maravillosos, mientras que una serie de disonancias se acumulan sobre su Sol. ¿Cuál será el significado de esta situación? Significará, en el terreno práctico, que mientras ella se verá como una persona evolucionada, probablemente se encadenará a un individuo poseedor de múltiples defectos y de una vida difícil, ya que se orientará sentimentalmente a la persona que encaja con la situación de su Sol.
Pero, ¿qué es lo que habrá provocado ese mecanismo? Puede deberse a que en una vida anterior ha evolucionado más en el aspecto emotivo que en el intelectual y ahora esta muchacha se verá obligada a descender de sus cimas espirituales y colmar la brecha, a base de una serie de experiencias fuertes, hasta que el Yo intelectual se encuentre al mismo nivel que el Yo emotivo.
Mientras esa nivelación no se haya producido, la joven tropezará, una y otra vez, con hombres que no están a su altura, que se comportan de manera inferior, alojados en su subconsciente.
La pregunta a formular entonces es: ¿cuál es el aspecto que debo desarrollar en mí para no tropezar con personas así?
La persona que desea mejorar su crecimiento personal, debe procurar desarrollar de una manera equilibrada los tres aspectos del alma humana a lo largo de su vida, de manera que no se produzcan grandes diferencias entre uno y otro y no se vea así obligada a descender, desde los aspectos conquistados en uno de esos aspectos, hacia los abismos en que se sitúan los otros.
Es muy importante igualmente que la espiritualidad se viva desde la voluntad, realizando algo palpable para los demás y no limitándose a adquirir conocimientos teóricos, ya que si nuestro saber es meramente libresco, nos encontraremos en otra vida con seres inferiores, que estarán en correspondencia con lo inferior que hay en nosotros mismos.
Los demás, aquellos con los que tropezamos en nuestra vida ordinaria, son el espejo de nuestras virtudes y nuestros defectos, en ellos podemos vernos tal como somos; nos revelan lo que llevamos escondido en las profundidades del inconsciente y esta es la razón por la cual son nuestros más formidables ayudas espirituales. Gracias a ellos podemos tomar consciencia de una realidad que, sin ellos, tardaríamos mucho más en descubrir. Ellos son los que nos desvelan los misterios de la personalidad.
Cómo explicábamos en el artículo ¿Por qué no te funcionan los cursos de crecimiento personal? Y como nos dice Kabaleb, la clave está en Ser, en practicar, en conocer, comprender y aplicar (CCA).
No podemos levantar un edificio poniendo filas de ladrillos desiguales. En nuestra vida sucede lo mismo, debemos poner ladrillos físicos, emotivos y mentales. Por eso en la mayoría de las escuelas esotéricas hacen pasar a los candidatos por la prueba de Tierra (físico), de Aire (mental) de Agua (emocional) y finalmente llegan a la de Fuego, que es la espiritual.
No tengas miedo de trabajar en todos los frentes, porque de ello depende tu avance y tu evolución.
¡Apasiónate, Vive, Cambia!
Kabaleb
Yolanda dice
Me encanta todo. Pero yolanda soy ESCORPION no capricornio por esta razon me detengo en lo que tu me pides. Saludos