Descubrir el origen de las emociones
Cada persona, situación, experiencia que se topa con nosotros, inevitablemente genera un impacto. A veces es mínimo y otras, enorme. Aunque no seamos capaces de verlo, nuestras conexiones neuronales se han modificado al recibir ese impacto. Esto significa que no somos inalterables, que lo que nos ocurre, nos afecta.
Una forma de exteriorizar es a través de las emociones. Cuando éstas se activan, nos damos cuenta claramente de que algo ha sucedido, pero no siempre indagamos sobre lo que ha ocurrido y de qué manera una experiencia concreta ha afectado nuestro estado de ánimo.
El ejercicio de hoy trata de ponerte en contacto con tus emociones, con los cambios que generan en ti las experiencias vividas a diario. Durante unos días, cada vez que sientas una emoción: como puede ser alegría, tristeza, rabia, amor, miedo, deberás apuntarla en un papel junto con la situación que la ha provocado, haciéndolo de la forma más concreta posible. Por ejemplo, he sentido nostalgia al encontrarme con un amigo de la juventud. La nostalgia estaría dentro de la categoría de tristeza, pero es más específica. Al final de cada jornada releerás tus emociones y de esta foma estarás siendo consciente de cómo te has sentido durante el día y qué lo ha provocado.
Si realizas este ejercicio de una forma continuada, al cabo de un tiempo serás capaz de descubrir el enlace entre las emociones y las experiencias que las generan y, por lo tanto, sabrás dónde buscar las emociones positivas cuando las necesites y también cómo evitar que las negativas se descontrolen, al conocer las situaciones que las disparan. Además, podrás ver qué emociones tienen más protagonismo y cuáles son las que quedan poco exploradas.
¡Apasiónate, vive, cambia!
Silvia Llop, psicóloga (colegiada núm. 20495)
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