Alzheimer, ¿qué quieres olvidar?
Alzheimer, ¿qué quieres olvidar? Es un artículo que trata de dar un punto de vista diferente sobre esta extraña enfermedad, la óptica de la cábala.
Sabemos que el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que suele manifestarse como deterioro cognitivo y trastornos en la conducta. La persona tiene pérdida de la memoria inmediata a medida que menguan sus neuronas. Dicho de otro modo, se produce una desconexión.
La función principal de las neuronas es la de comunicar información, así que podemos pensar que la muerte de las neuronas estanca esa información.
Una de las principales hipótesis, según los científicos, para explicar el Alzheimer es la acumulación de amiloide o tau. La proteína tau ayuda a regular el equilibrio del tráfico de células nerviosas.
Es curioso constatar que Tau es el nombre de la letra 22 del código hebraico, alfabeto con el que se ha escrito la Biblia y de la cual deriva la cábala. Veamos lo que decía al respecto Kabaleb, el gran divulgador de la cábala (o kabbalah) sobre el Tau:
La vigésimo segunda letra-fuerza es el Tau. Representa el espacio final de la perfección. Se encuentra situada, en la tabla alfabética, en la vertical que representa el fruto de la acción divina sobre la materia humana inconsciente.
Lo humano y lo divino que le viene por la vertical y por la horizontal (según se mire en la tabla del código hebraico) buscan el Paraíso, no ese Edén material con el que sueñan los hombres en las primeras espirales del sendero, sino ese auténtico Paraíso perdido en el que el ser humano era rey de la Creación y mandaba sobre las demás especies.
El Tau representa la perfección de perfecciones. Tras ella, se produce el retorno a la unidad, el Aleph.
Cuando se activa la letra 22, interprétala en el sentido de que tu obra llega a la perfección. Una empresa culmina y esperemos que esta empresa sea la espiritual, puesto que, en el terreno mundano, indica que algo ha alcanzado su pleno desarrollo y, por lo tanto, tras esa perfección vendrá su inevitable desmantelamiento y final de un ciclo.
Nos dicen que en el Alzheimer se produce una acumulación de proteínas tau, es decir, visto desde la óptica de la cábala, diríamos que la persona, de forma inconsciente, recibe una gran cantidad de impulsos que la inclinan a ir en busca del paraíso. Y cuando esos impulsos se vuelven demasiado numerosos, le dan al botón de desconexión e inician el proceso en el que empiezan a morirse las neuronas. Como las neuronas son las encargadas de transmitir la información, al morirse, esa información deja de transmitirse y la persona entra en su paraíso particular, en su espacio de soledad.
Siguiendo este hilo argumental, podríamos decir que el Alzheimer genera una desconexión. La pregunta del millón sería ¿de qué o de quién se quiere desconectar?
Ayer estuve viendo una serie en la que algunas escenas eran violentas. Esta mañana, cuando intentaba pensar sobre este artículo (y sobre otros temas), las imágenes violentas volvían a mi mente, el argumento trataba de imponerse en mis pensamientos. Y se trataba de una simple serie de televisión. ¿Qué ocurre cuando hemos vivido ese argumento en directo, cuando se ha muerto una persona querida, cuando nos ha violentado una relación emotiva, cuando nos ha traicionado alguien? ¿Somos capaces de borrar esa imagen de nuestra mente, de nuestras emociones o vuelve a nosotros de forma recurrente?
La cábala nos ayuda a comprender los episodios de nuestra vida y a ser conscientes de que una vez vivida una experiencia, es necesario desprenderse de la emoción a la que está asociada, porque lo que nos duele es precisamente la emoción. Si aprendemos a hacerlo, será más fácil que no sintamos la necesidad de desconectarnos.
Es posible que en el futuro, los psicólogos y los psiquiatras se centren un poco más en estudiar la vida de la persona en el ámbito emotivo, ¿qué le ha sucedido? ¿Ha sido capaz de superar esa situación? ¿Cuáles son sus alicientes parta seguir conectada al mundo? Y traten de ayudar a desconectar de la emoción para evitar que sienta la necesidad de desconectar de su vida.
Otro posible estímulo puede ser el de tener ilusión por lo que hacemos, buscar actividades que nos motiven, porque si estamos motivados por algo es más difícil que nos desconectemos.
Alzheimer, ¿qué quieres olvidar? Pues olvídalo ya, perdona, perdónate y pasa página.
¡Apasiónate, vive, cambia!
Tristán Llop
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