¡Des-boicotéate!
A menudo, tenemos tendencia a auto-boicotearnos sin darnos cuenta. Es decir, nos proponemos conseguir algo y, sin embargo, llevamos a cabo acciones contrarias al objetivo marcado. Es como si nuestra mano derecha estuviera escribiendo algo y la izquierda lo borrara al momento.
El ejercicio de hoy consiste en tomar consciencia de al menos un auto-boicot para así poder realizar movimientos que vayan en consonancia con lo que queremos.
Por ejemplo, una persona quiere ser próspera, pero sin embargo es muy agarrada a la hora de compartir con la gente de su alrededor. Este gesto le estará coartando su deseo, ya que para ser prospero, uno necesita tener en sí la prosperidad, del mismo modo que nuestro cuerpo para asimilar el hierro tiene que tener hierro.
Otro ejemplo podría ser el de una mujer que busca pareja, pero sigue acordándose de una relación anterior y pensando «todos los hombre son malos». Ella misma se está boicoteando porque una parte de ella rechaza a los hombres por miedo a que le hagan daño y, por lo tanto, no está abierta a empezar una nueva relación.
Busca tus auto-boicots, analiza las partes enfrentadas, decide por cuál quieres decantarte y focaliza todos tus recursos en ella.
¡Apasiónate, vive, cambia!
Silvia Llop, psicóloga (col. núm. 20495)
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